El director general de Deportes de la Junta, Enrique Sánchez Guijo,  tras reunirse ayer con la alcaldesa, Miriam Andrés, y el concejal de deportes, Orlando Castro, aseguró que «coincide» con el Ayuntamiento en que las piscinas del Campo de la Juventud deben ser destinadas al uso recreativo que siempre tuvieron y que demandan los ciudadanos. 

En este momento, según indicó Sánchez Guijo, el Gobierno regional trabaja en la mejor forma jurídica para ceder la instalación al Ayuntamiento y que gestione ese uso lúdico y recreativo, tras abandonar la propuesta que hace algunos meses veía la luz sobre convertirlo en un centro de alto rendimiento. Al mismo tiempo que se avanza en esta solución, la Junta ya cuenta con un proyecto de reforma y rehabilitación para la piscina, para el que se ha solicitado una subvención al Consejo Superior de Deportes. Si no se resolviera favorablemente, el Gobierno autonómico tendría que abordar la reforma con fondos propios, que alcanza los 370.000 euros con un plazo de ejecución de 6 meses, y transcurrido ese tiempo se procedería a la cesión. 

Al respecto, la alcaldesa Miriam Andrés, apuntó que «este es un claro ejemplo de cómo las instituciones se pueden entender independientemente de las posiciones ideológicas. Los palentinos demandaban estas piscinas y recuperar este espacio para los vecinos es realmente ideal».

Por otro lado, el director general de Deportes recordó el resto de  propuestas de futuro para el complejo del Campo de la Juventud, como la actuación en las gradas de la pista de atletismo, ya adjudicada por importe de unos 700.000 euros y ocho meses de ejecución. Se trata de una obra gestionada con fondos europeos y vinculada a la eficiencia energética, que supondrá cubrir la grada con un techado y reformar la parte bajo el graderío. 

Asimismo, la Junta continúa trabajando para aprobar una inversión de cerca de un millón de euros en el pabellón del complejo, con la que se intervendrá igualmente en materia energética, en la cubierta o en accesibilidad. Unas obras que durarán ocho meses y que no son compatibles con la actividad del pabellón.