Rehabilitar la legendaria discoteca Baranda de Baltanás en un moderno y funcional centro cultural polivalente al servicio de los vecinos del Cerrato dejará de ser un sueño para convertirse en una realidad a lo largo de este año. El inmueble está desde hace unos meses en pleno proceso de transformación para volver a posicionarse como ese punto de encuentro entre los vecinos de la comarca que un día fue gracias, ahora, a una profunda transformación «que mejorará su presencia urbana, su utilización, su accesibilidad y su eficiencia energética».
Hasta allí se desplazó ayer un equipo de Diario Palentino, que pudo recorrer el esqueleto de lo que durante años fue uno de los principales lugares de ocio de este rincón de la provincia. Andamios, puntales extensibles, sacos de cemento, palés de ladrillos, herramientas y maquinaria de todo tipo ocupan ahora el espacio que antaño albergaba las pistas de baile del inmueble, que se transformará en un moderno centro multiservicios provisto con 423 butacas y el doble del aforo de pie. Y es que se ha apostado por asientos desmontables para ampliar los posibles usos.
Centro de congresos, espacio para albergar ferias o sala de exposiciones serán algunos de los usos que se le darán a la nueva Baranda, un espacio «versátil» y diáfano cuyas obras estarán listas a lo largo del presente año. Concretamente, a primeros de septiembre, según los plazos que maneja el Consistorio baltanasiego.
«Se trata de estudiar todos los usos posibles desde el punto de vista de la cultura y el ocio. Tendrá capacidad y cabida para todo tipo de eventos», resumió la alcaldesa, María José de la Fuente, sobre un edificio con décadas de vida e infinidad de historias que contar.
El presupuesto global asciende a 1.574.444 euros, de los cuales el Ayuntamiento solo tiene que aportar 238.252. El 1.336.192 euros restantes se financian con fondos Next Generation a través del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (Pirep), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
EL PROYECTO
Los arquitectos Carlos y Juan del Olmo y Álvaro Gutiérrez Baños firman el proyecto, de cuya construcción se encarga la empresa Hergonsa, con sede en Valladolid. Una tarea con la que pretenden devolver a la vida a este mítico inmueble de 1.700 metros cuadrados de superficie y propiedad municipal desde diciembre de 2020.
Al objeto de mantener la memoria colectiva de los vecinos, se mantendrá la esencia del edificio, pero dotándole de los elementos propios de los tiempos actuales. A modo de ejemplo, se mantendrá a la vista la característica estructura metálica en forma piramidal que cubre parte del techo, para lo cual se aplicará una pintura ignífuga. Esta resaltará aún más gracias a un juego de luces led, que contará con diferentes encendidos y colores.
En paralelo, se contempla la construcción de una «contundente» marquesina que «dará carácter al edificio», sostiene el equipo de arquitectos. Ya en el interior, llama especialmente la atención el espacio reservado para la caja escénica, de unas extraordinarias dimensiones (sobrepasan la primera planta) que permitirá albergar propuestas escénicas de primer nivel. Es más, cumple con creces los requisitos que exige la Junta para entrar a formar parte de la Red de Teatros.
Teatro cine y conciertos tendrán cabida en la nueva Baranda, que mejorará sustancialmente la eficiencia energética del inmueble. «Cambiamos la piel para mejorar la eficiencia energética y ennoblecer un edificio público», explican los arquitectos.
Según consta en el proyecto, al que ha tenido acceso este periódico, se ha renovado la envolvente térmica del edificio y se han optimizado las instalaciones hasta conseguir un ahorro del 85,58 por ciento. A mayores, en la cubierta se instalarán paneles solares para abastecer a la propia dotación.
La mejora de la envolvente lleva aparejado un «tratamiento de pieles» que, según detallan los arquitectos, «ennoblece fachadas y medianerías».