Carrionesa de nacimiento, defensora de las tradiciones y amante de su querida tierra, Victoria Grande García fue ayer la pregonera de la Semana Santa de su casa, que estrena declaración como fiesta de interés turístico regional. Así, compartió con los asistentes recuerdos de su infancia, su trayectoria profesional como fotógrafa y su visión como mujer, todo ello en el marco de estas fechas.
«Como carrionesa, mi Semana Santa tiene mucho que ver con el lugar de Carrión donde vivo, nada menos que tengo de vecina de enfrente a una iglesia románica del siglo XII, la de Santa María del Camino y de las Victorias», señaló. «Recuerdo también cuán importante y festivo era el Domingo de Ramos, … había que estrenar algo e ir relucientes, y eso nos encantaba pues entonces no se estrenaba tan a menudo, y se decía quién no estrena algo, se queda sin pies y manos. Madre mía cualquiera se arriesgaba a quedarse sin extremidades!!!….», añadió. También se refirió a otros recuerdos, entre los que citó el olor a incienso de las iglesias en los oficios religiosos, el olor también a cera derretida de los Monumentos del Viernes Santo y el sonido de las carracas en la Vigilia del Sábado Santo.
Grande repasa sus vivencias en la Semana Santa de Carrión - Foto: Foto EliAntes de centrarse en su profesión, agradeció a la Cofradía de la Santa Vera Cruz que «aunque la sociedad ha cambiado, lo cual me alegra, ha sabido adaptarse y mantener la fe y las tradiciones».
En los 35 años que se ha dedicado a la fotografía profesional, señalo que había hecho multitud de fotografías, «muchas de ellas pensando en los carteles que desde el año 1997 han ilustrado y presentado nuestra Semana Santa».
«Detrás de cada disparo hay un instante irrepetible, una emoción, un recuerdo, una historia que se resiste al olvido, momentos que se convierten en memoria. Rostros iluminados por la fe, el cansancio, el frío y la devoción. Esculturas de gran belleza a su paso por nuestras calles y monumentos históricos, mostrando al mundo a través de esa imagen nuestro rico patrimonio», indicó. Contó que recorría todas las procesiones de arriba a bajo, y varias veces, que conocía todos los detalles, si salían de día, cuando encendían las luces de los pasos los cofrades, delante de qué monumento se paraban, si salían de noche qué farola y qué en calle podía tener mejor luz para hacer la foto.
También hizo referencia al orgullo de haber contribuido aportando creatividad, formando parte viva de una tradición que se renueva sin perder su alma» en relación al encuentro del Cristo del Amparo y la Virgen en la procesión del Jueves Santo a propuesta de su hermano.
«No quiero dejar pasar esta ocasión para reivindicarme como mujer», manifestó. «Hubo un tiempo en que las mujeres solo observaban desde la aceras, vestidas de mantillas o detrás en el anonimato. Hoy muchas caminan dentro, incluso al frente, portando los pasos, siendo miembros de cofradías, demostrando que en la sociedad actual en la que vivimos todos sumamos, hombres y mujeres, y todos enriquecemos la historia», aseveró. Recordó que en 2006 Rosario Gutiérrez fue elegida mayordoma de la cofradía penitencial de la Santa Vera Cruz, en 2007 María del Carmen González y a estas las han seguido otras nueve, la última Rosario Barbáchano en 2024.