Las personas que componen la parroquia de San Antonio no faltaron ayer a la cita del Día de la Comunidad, una celebración que se ha convertido en algo más que un festejo por la implicación que el barrio demuestra en su organización y desarrollo.

Tras la eucaristía, los jóvenes de la parroquia ofrecieron a todos los asistentes una tapa solidaria y un refresco a un precio simbólico de dos euros. Y, por la tarde, llegó uno de los momentos más esperados del año, el Festival de Teatro Solidario, que desde hace 14 años convierte el interior de la iglesia en un teatro al que subieron unos 50 actores aficionados.

No faltaron carcajadas ni aplausos, y es que son muchos los niños, adolescentes, jóvenes, madres y padres de la parroquia y del barrio que cada año preparan una obra para escenificarla ante sus vecinos. Ayer, fueron tres:El Valle de los sueños, Dani, Darío y Elena e Historias de la vida. 

Los párrocos Pedro Brouilhet y Antonio García y colaboradores habituales como el actor y periodista Juan Francisco Rojo, llevaron las riendas de un festival con una entrada solidaria. Y es que todos los beneficios de la jornada irán destinados a un proyecto de la ONGD Solidaridad Globalizada, el cual pretende adecuar las condiciones de una cocina en el comedor escolar de La Estanzuela, un servicio que ya está en marcha en la localidad de Copán Ruinas, en Honduras.