La EHE provoca la muerte de una decena de ciervos en el monte

Pablo Torres
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Un veterinario acudió a la reserva para tomar muestras de sangre de los cadáveres. La Junta asegura que la enfermedad «no está afectando a su estado de conservación favorable»

Un trabajador forestal en la reserva del monte El Viejo retirando los cadáveres de los ciervos. - Foto: Sara Muniosguren

Al menos una decena de ciervos de la reserva natural del monte El Viejo han fallecido en los últimos días a causa de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE). Así lo confirman fuentes consultadas por Diario Palentino, las cuales aseguran que la pasada semana acudió a la zona un veterinario para tomar muestras de sangre a uno de los malogrados animales y así esclarecer la causa de su muerte. 

La EHE es una enfermedad vírica infecciosa transmitida por la picadura de insectos del género de los culicoides. Este virus afecta a animales rumiantes, tales como vacas, ovejas, cabras, gamos o ciervos. En este punto es importante señalar que no puede transmitirse a los humanos. 

Los animales infectados muestran síntomas como fiebre alta, úlceras bucales, inflamación facial o hemorragias internas y externas, por citar algunos ejemplos. En los casos más graves, los portadores pueden morir repentinamente.

Esta enfermedad es más frecuente en las estaciones cálidas del año, cuando los insectos vectores están más activos. Por ello, no es de extrañar que en estas últimas semanas del estío haya tenido lugar un brote. 
Desde la dirección general de Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León confirman a este rotativo que tienen constancia de los efectos de la EHE sobre las poblaciones de ciervo, si bien aseguran que estos «no están afectando a su estado de conservación favorable». En este sentido, la administración regional subraya la importancia de la caza para la localización de animales infectados. En el caso de la reserva natural del Monte, la manada de cérvidos consta de unos 90 ejemplares. 

Cabe señalar que al comienzo de año también se produjo la muerte de unos diez ciervos por causas que todavía están por confirmar, aunque, como ha podido saber este periódico, se sospecha que pudo provocarse tras la ingesta de un «forraje en mal estado».