Crear comunidad y abrir los brazos a aquellas personas migrantes que eligen Palencia para echar raíces lejos de la tierra que les vio nacer. Con este reto nació el Encuentro Intercultural de la Diócesis, que este fin de semana celebró su segunda edición de la mano de la Delegación Pastoral y el Secretariado de Persona y Vida.
Esta actividad, enmarcada en el empeño diocesano de seguir construyendo «comunidades acogedoras y misioneras» en el marco de la Pastoral con Migrantes congregó en la cripta de la iglesia de San José a unas 150 personas de la más diversa procedencia: Colombia, Perú, Cuba, Mali, Senegal, Congo, México o Venezuela, amén de diferentes rincones de la provincia.
El objetivo del encuentro era generar lazos de conocimiento mutuo y convivencia entre quienes conforman hoy la sociedad palentina, «que es cada vez es más diversa y plural desde el punto de vista cultural y religioso». Así lo pone de manifiesto el delegado de Pastoral Social, Javier Velasco, quien en declaraciones a Diario Palentino asegura que esta iniciativa nació y se ha consolidado como «un espacio para convivir, compartir experiencias, conocerse y crear comunidad».
Así, la actividad se estructuró en varios bloques en los que los participantes no solo pudieron compartir sus experiencias e inquietudes, sino tejer una red de personas que se pueden apoyar y ayudar entre ellas. Para ello, realizaron ejercicios en grupos en los que tuvieron la oportunidad de presentarse, dar a conocer su lugar de origen, las costumbres de sus respectivas zonas, el motivo del viaje a España, la acogida que han tenido en la provincia e, incluso, sus sueños y anhelos futuros. Para finalizar, hubo también tiempo para el baile y la charla distendida.
A modo de conclusión, los allí reunidos pusieron en valor la «gran acogida» que habían encontrado en la provincia y al carácter afable de la mayoría de los palentinos que, en términos generales, les ha acogido con los brazos abiertos. En el lado contrario de la balanza, hicieron alusión a las dificultades que se han encontrado para poner al día sus papeles y el hándicap al encontrar trabajo.
Los participantes, que superaron en número a los de la primera edición, tuvieron igualmente de intercambiar unas palabras con el obispo, Mikel Garciancía. El prelado destacó la necesidad de promover la acogida «de todas las personas que llegan a la diócesis buscando un futuro para ellos y sus familias» y a «tejer vínculos comunitarios, de ayuda mutua y buena convivencia entre todos».
«Encuentros como este confirman la importancia y la necesidad de generar espacios de encuentro y escucha, donde cada persona se sienta valorada y se construyan lazos de vecindad, muy necesarios en estos momentos», destaca la organización del Encuentro Intercultural.
FORO JOVEN
También el sábado tuvo lugar el III Foro Joven. Con el lema Construye, conecta, crea, en esta ocasión se abordó el tema del ocio y tiempo libre. Se trata de un encuentro que, según destacó la Delegación de Jóvenes, está pensado «para pensar juntos y analizar cuáles son las ofertas que ofrece la ciudad y provincia respecto a este tema, qué nos gustaría que hubiera, y qué responsabilidad individual tenemos en que este tema mejore», apunta la diócesis.