Hasta que no llegaron a Palencia, habíamos oído hablar del bisonte americano o búfalo, que poblaba las planicies de toda América del Norte, pero estamos retratando animales que viven en la Montaña Palentina.
El bisonte europeo es el mamífero de mayor tamaño de Europa y una de las especies más amenazadas como consecuencia de la caza masiva a la que fue sometido y la roturación de los bosques. De aspecto similar al americano, pero de constitución más ligera, color pardo oscuro, cabeza ancha y grande y cuernos cortos y orientados hacia arriba.
Me comenta el fotógrafo Estalayo al enviarme las imágenes: «Esos, los conocemos bien tú y yo». Aunque yo no los he visto nunca, sí conocí de primera mano el proyecto de la reserva de la que hablaba Jesús González Ruiz, una apuesta por la biodiversidad y, principalmente, un proyecto de lucha contra la despoblación. Jesús, alcalde durante 30 años de San Cebrián de Mudá, tenía claro su gran sueño desde que dejó la mina. Y en diversos rincones de la web al trabajo durante todos estos años para promoverlo y conservarlo. «Mientras que las autoridades no se den cuenta de la importancia del bisonte, la reserva de San Cebrián de Muda seguirá trabajando para demostrar que esta especie única debe de campear por nuestros bosques y nos enseña cómo son y la importancia que tienen en su conservación, al igual que los caballos que mantienen en la reserva, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Curiosamente, todos los bisontes europeos del mundo descienden de doce ejemplares que pertenecen a dos líneas de cría que no se pueden mezclar para no perder la escasísima variabilidad genética. Esta situación es irremediable por el momento y mantiene al bisonte europeo continuamente amenazado pues sucesivas generaciones de hijos de los mismos padres (y su propia cría) pueden desarrollar problemas genéticos y, por lo tanto, afectar a la vida de los bisontes.
El principal objetivo del proyecto que lo presenta en la reserva de San Cebrián de Mudá es la recuperación de este animal histórico, del que en el año 1927 no quedó ni un solo ejemplar.
Cuaderno de anotaciones y curiosidades
Esta especie ha establecido su hogar en los bosques, en pequeños grupos, alimentándose de hierbas, cortezas y ramas tiernas. En verano, un macho adulto puede llegar a consumir 32 kilos de alimento en un día. Los bisontes europeos en el bosque de Bialowieza? (Polonia), que son los que han llegado hasta San Cebrián, se han alimentado tradicionalmente con heno en invierno durante siglos.
El 4 de junio de 2010 se introdujeron siete ejemplares en el municipio palentino de San Cebrián de Mudá, los cuales se adaptaron bien y consiguieron reproducirse, llegando a alcanzar los 9 individuos, aunque más tarde murió una de las hembras adultas.
En junio de 2012, llegaron a España 17 nuevos ejemplares desde Holanda y Bélgica, que fueron distribuidos en tres grupos: una segunda población de 6 ejemplares en San Cebrián de Mudá, 4 en Siero y 7 en Villayón.
En marzo de 2016, un rebaño fue puesto en libertad en la Reserva Natural de Maashorst en Países Bajos.
Según los científicos (Muy Interesante), las pinturas de Altamira corresponden al Bison priscus, no al Bison bonasus, que la especie que se está intentando rescatar de la casi extinción por la que pasaron.
La época de celo tiene lugar entre agosto y octubre.
En 2018 se introdujeron desde Polonia los primeros 11 ejemplares en Segovia, en fincas de Cubillo y Lastras de Cuéllar, y en 2019 se incorporaron 18 ejemplares en La Serreta, también en Lastras de Cuéllar, finca propiedad de la familia del opositor venezolano Henrique Capriles.
En 2020 nació en España la primera cría de bisonte europeo en condiciones de semilibertad. La madre pertenece a la Reserva Valle del Bisonte de León.
Estábamos tan contentos con la propuesta del alcalde de San Cebrián que casi pasó desapercibida la opinión de 40 científicos de 25 universidades que se han mostrado contrarios a la reintroducción del bisonte europeo en España. La conclusión es que plantea numerosos riesgos ambientales, ecológicos, legales e incluso -añaden- éticos. «No hay evidencia que respalde la presunción de que el bisonte europeo estuvo alguna vez presente en la Península Ibérica».
Lo cierto es que, en diez años, el número de ejemplares en España pasó de 22 a más de 150. Si hablamos de recuperar una especie, creo que el objetivo se ha cumplido con creces, siendo el de San Cebrián el primer proyecto que trajo Bison bonasus para criar en semilibertad.
Con más de 8.000 visitantes en 2019, este proyecto, el único de carácter público de los quince espacios con bisontes en semilibertad de España, implica cinco puestos de trabajo directos y un revulsivo turístico para la zona.