El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, presentó ayer su dimisión en el cargo. Una decisión que viene tomada debido a la renovación del Claustro y la necesidad de aprobar estatutos, entre otras cuestiones. Un proceso que el hasta ahora rector consideró que no debe liderar, debido a que el mandato se agotaría en plena elaboración de los estatutos.
Ricardo Rivero anunció por sorpresa su decisión a los medios, en declaraciones recogidas por Ical tras una rueda de prensa ajena al asunto. Asimismo, afirmó haber comunicado su dictamen al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y a la consejera de Educación, Rocío Lucas, dándoles las gracias por seis años y tres meses de «colaboración al cargo». Asimismo, Rivero reconoció llevar sopesando la decisión varios meses, pero que «cada persona debe saber cuándo llega el momento de entregar el testigo».
«Soy consciente de que esto que estoy haciendo esta mañana no es muy común», continuó el ex rector, quien trasladó que «el momento de oportunidad es el actual». «Sé que esta situación llevará a la perplejidad», incidió, pero apostó por una transición «muy rápida». Asumirá las funciones la vicerrectora Rodríguez Conde hasta la convocatoria de elecciones.
Tras conocerse la noticia, tanto desde la Junta como desde los partidos de la oposición valoraron su trabajo al frente de la Usal. «Gracias Ricardo por tu labor en favor de la educación de Salamanca y de Castilla y León», señaló Alfonso Fernández Mañueco.