La deuda salarial en Lactoduero tras su quiebra dura 19 meses

J. Benito Iglesias
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Los 10 empleados, al no existir un administrador concursal, están pendientes de los trámites con el Fondo de Garantía (Fogasa) para cobrar cerca de 400.000 euros incluyendo intereses de demora

La deuda salarial en Lactoduero tras su quiebra dura 19 meses

Un total de 19 meses después de que los juzgados del ámbito social dictasen un auto de rescisión de los contratos, la decena de empleados de Lactoduero, con sede en Barrios de la Vega, aún no ha percibido las 12 mensualidades adeudadas y la indemnización correspondiente tras su quiebra económica y el cese total de la actividad en diciembre de 2024. Una vez que solicitó en junio de 2023 -con la presión de la plantilla- un concurso de acreedores voluntario sin masa por insolvencia económica, el Juzgado de lo Mercantil se hizo cargo sin nombrar un administrador concursal. 

«Todo se retrasa lamentablemente. Ninguno de los acreedores ni la empresa, que aún no está liquidada, solicitaron el nombramiento de un administrador porque los gastos los tendrían que afrontar ellos. Al ser un proceso concursal sin la masa suficiente, hay que seguir con todos los trámites hasta que, finalmente, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) nos llame y se inicien los trámites para poder cobrar los salarios pendientes», explicaron a DP desde la plantilla.

 La deuda inicial es de 300.000 euros, a los que hay que añadir cerca de otros 100.000 euros  en concepto de intereses acumulados y costas, sin perjuicio de lo que suponga la posterior liquidación de la empresa cuando esta sea decretada, añadieron.

La compañía alegó para la extinción de la totalidad de los contratos de la plantilla que el pasivo acumulado, cifrado en 2.413.743 euros, superaba el importe de los bienes y que no cubrían la deuda pendiente. «No se entiende que todo el proceso se dilate tanto en el tiempo y  seguimos sin poder acudir al Fogasa) para poder cobrar los salarios. Lo último que se ha hecho es enviar a este organismo público el trámite de audiencia para que tenga conocimiento de todo el proceso, porque no sabe de lo anterior, aunque está en todas las comunicaciones», señalaron.

Pese a la sentencia de ejecución y embargo de bienes en favor de los empleados para cubrir parte de las deudas, todo siguió igual. En diciembre de 2023 salieron los últimos camiones de la fábrica -después de muchos otros- con mercancía y material. «Cuando llegue la resolución del concurso sólo habrá paredes en las instalaciones. Hicimos varias denuncias a la Guardia Civil, dando traslado luego de los hechos al Juzgado de Carrión,  y nunca se dictaron medidas cautelares para que esto no se produjera», concretaron los empleados despedidos y sin cobrar.