La Concejalía de Tráfico del Ayuntamiento de la capital ultima los pliegos para la licitación de un contrato para la gestión externa de las multas de los radares y de los sistemas de control de semáforos de los que dispone la Policía Local. Un acuerdo mercantil que incluirá la obligación a la empresa que desee prestar este servicio de aportar a la ciudad tanto cinemómetros como fotorojos.
Con esta decisión, Tráfico pretende simplificar y acabar con los problemas que la inexistencia de un programa informático adecuado para tramitar las multas y su recaudación está generando en el servicio de Policía Local y, de paso, aumentar los controles de velocidad en distintos puntos de la ciudad, aún por determinar.
Respecto a la primera cuestión, cabe recordar que en octubre de 2023 se hizo público el malestar en la Policía por una «preocupante inactividad en la tramitación de sanciones y multas de tráfico por parte del Ayuntamiento».
Entonces, se supo que numerosas infracciones, tanto leves como graves, incluidas aquellas relacionadas con accidentes con daños materiales, estaban prescribiendo sin ser gestionadas adecuadamente, lo que implica una pérdida significativa de ingresos para las arcas municipales y una sensación de impunidad entre los infractores. Desde la oposición se reclamó una gestión más eficiente y transparente en la tramitación de sanciones de tráfico.
El equipo de Gobierno de Miriam Andrés reconoció la existencia de un problema derivado del nuevo programa informático adquirido durante el anterior mandato para gestionar la imposición de multas y, sobre todo, la falta de comunicación con el sistema del servicio de Recaudación. Para solucionarlo y evitar al máximo los retrasos, desde hace meses toda la tramitación se hace a mano por el Servicio de Policía Local, lo que supone un gran esfuerzo y una ineficaz gestión de los recursos municipales.
El nuevo contrato externalizará toda la tramitación y únicamente será necesaria la intervención de la Policía Local para validar que realmente hay una infracción. El resto del proceso quedará fuera del Consistorio.
Además, el Ayuntamiento quiere dotarse de más sistemas de control en la capital, aunque Tráfico aún no ha concretado que exigirá a la nueva empresa. Cabe recordar que la ciudad cuenta en la actualidad con dos cinemómetros láser, uno que rota entre las cuatro cajas existentes -Paseo de laJulia, avenidas de Madrid y Cataluña y calle Jardines- y otro que es portatil. Además, hay instalados dos sistemas de detección de semáforo en rojo, conocidos como fotorojo, uno en la avenida de Castilla y otro en la de Brasilia.