Un viaje al pasado a través del motor

Noelia Tadeo
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La IV Concentración de Clásicos llenará la localidad de los vehículos más antiguos. Todo ello completado con el mercado de artesanía

Un viaje al pasado a través del motor - Foto: DP

Tener la sensación de viajar en el tiempo sin moverse del Cerrato es posible gracias a la IV Concentración de Clásicos que ha organizado el Ayuntamiento de Herrera de Valdecañas en colaboración con el Club del 600 de Palencia, a quien el alcalde, Víctor Arroyo, agradece su participación. 

Por cuarto año consecutivo, cerca de 150 vehículos, entre coches, camiones y algún que otro tractor, transportarán a los vecinos y a los curiosos a otra época. 

Desde las 11,30 de la mañana, cuando los primeros asistentes lleguen al pueblo, el recuerdo colectivo dejará paso a lo tangible. Las calles comenzarán a llenarse de vehículos con formas y detalles únicos, mientras los propietarios presumen de verdaderas máquinas del tiempo. Los más mayores tendrán la ocasión de transmitir sus conocimientos sobre estas piezas de coleccionista a los más jóvenes, quienes apenas los habrán visto circular por las carreteras. 

Así, se podrán ver los aclamados seiscientos, Seat 124, Mini Cooper, varios Citroën de los años 20 y 30 y todos aquellos vehículos que hasta la fecha tengan más de 25 años y conserven casi en su totalidad las piezas originales, entre los que, una vez más, habrá muchos reconocidos, pues los vecinos vuelven a mostrar sus reliquias con al menos «una docena de coches», según el primer edil. 

Compartir anécdotas fascinantes sobre la historia y el mantenimiento de los coches es uno de los objetivos de este encuentro, pero también lo es disfrutar por completo de Herrera de Valdecañas y contribuir a promocionar el turismo local. 

A través de la actividad, «pretendemos que se llene el pueblo de gente, que disfruten de todo lo que tenemos, de nuestros recursos turísticos y establecimientos hosteleros», señala Víctor Arroyo. Además, es «una alegría enorme ver las inscripciones y poder decir que es un éxito gracias al trabajo que se está haciendo». 

Y es que «la organización conlleva un trabajo muy, muy grande, en el que se implica mucha gente para colocar los coches, servir la comida, estar pendiente de las inscripciones...», pero para ello se cuenta con la colaboración de la corporación municipal, pero también de muchos vecinos, que no dudan en arrimar el hombro.

Con las calles convertidas en una pasarela automovilística y tras observar con detenimiento cada vehículo, es posible que muchos asistentes quieran tomar un refrigerio o no puedan esperar a degustar las sabrosas patatas guisadas con las que se obsequia a los conductores y copilotos -el resto de participantes puede acudir a la comida, previo pago del tíquet correspondiente-. Por eso, lo mejor es acudir a la posada rural Villa Ferrera o al bar restaurante Antiguas Escuelas, donde, además de un ambiente agradable, es posible calmar la sed y saciar el apetito. 

Hasta 150 inscripciones. Mañana, Herrera de Valdecañas se convertirá en un museo vivo gracias a la participación de cerca de 150 vehículos clásicos. Pero, además de sentir la pasión de los propietarios por preservar la historia automovilística, todos los asistentes podrán caminar por el frontón municipal para llevarse como recuerdo cualquier producto de artesanía que los participantes en el mercado ponen a la venta. Sin duda, será una forma diferente de disfrutar de la jornada dominical en uno de los municipios más espectaculares del Cerrato.