Si bien la agrupación ha estado marcada por las divergencias y las entradas y salidas de sus componentes, lo único que le ha importado a Mocedades durante sus más de 50 años de trayectoria ha sido la música. Cuenta de ello da la gira que el grupo realiza conjuntamente con Los Panchos. Cabe señalar que, en la actualidad, los exintegrantes de Mocedades conforman otras dos formaciones: Mocedades (liderado por Javier Garay) y El Consorcio.
El leonés José Miguel González, manager de la agrupación, pasó hace una década a ser un componente más sobre los escenarios, siendo la última incorporación del grupo conformado por Izaskun Uranga (su fundadora), Rosa Rodríguez, Toni Menguiano, Idoia Uranga y José María Santamaría.
Hablar de Mocedades es también hablar de polémica y divisiones por el devenir del grupo y la salida de algunos de sus integrantes. Independientemente de todo ello, ¿se centran solo en la música?
No alimentamos polémicas. Mocedades continúa liderado por la misma persona que lo fundó hace 55 años. Como en todos los grupos, hay entradas y salidas.
Esa persona que fundó el grupo, a la que hace referencia, es Izaskun Uranga. ¿Cómo es trabajar con ella?
Es un honor enorme y una gran satisfacción.
Más de cinco décadas sobre los escenarios. ¿Les queda todavía mucho que dar?
Lo dicen los hechos. El año pasado recorrimos 17 países y hemos grabado con muchísimos artistas como David Bisbal, Carlos Baute o Morat. Esto es lo que mejor expone la permanencia y vigencia del grupo.
Después de tantos años, han experimentado los cambios del sector musical
Cada momento refleja los gustos de la sociedad. Un grupo tan longevo como Mocedades ha podido vivir el vinilo, la cinta, el CD, el Spotify y todos los procesos de desarrollo y evolución de la industria. No hay momentos buenos y malos: son distintos. Hay que adaptarse a los tiempos, saber vivirlos y conseguir que la gente te conozca con los medios que hay en cada generación.
Se incorporó activamente a Mocedades en 2014, siendo el último integrante. ¿Cómo lo vive?
Con mucha emoción. Antes de estar en primera línea era, y lo sigo siendo, el manager. Los sueños que proyectaba y plasmaba desde la oficina ahora los puedo disfrutar sobre el escenario.
No es habitual dar el salto de manager a integrante como usted hizo
Nadie canta o toca un instrumento de repente. Ya venía del mundo de la música: estudié canto clásico en el conservatorio y cantar es algo que he hecho siempre.
Un integrante del grupo tuvo un problema de salud durante una gira en México, por lo que tuve que ayudar a mis compañeros. Lo que comenzó como algo provisional son ya diez años, 20 países recorridos, siete discos grabados y más de mil conciertos por todo el mundo.
¿Por qué decidieron hacer la gira con Los Panchos?
Probamos esto en Madrid, en el Teatro La Latina, en un homenaje a Armando Manzanero después de la pandemia. Lo que era algo puntual lo ampliamos a dos días, luego a tres, actuamos en otras ciudades… Viendo que el éxito era tan grande, decidimos seguir.
¿Cómo es a día de hoy la relación con el grupo de Mocedades liderado por Javier Garay y El Consorcio?
Si entras en Spotify ves un solo Mocedades. Lo mismo pasa si entras en Instagram, Facebook y el resto de redes sociales. De cara a la industria, que se guía por la plataformas digitales, y a la sociedad, hay solamente dos grupos: El Consorcio y nosotros.
Este tipo de polémicas se queda solo en eso. Para mí, existe el Mocedades en el que estoy, que es el que públicamente puede demostrar que existe.
Después de haber actuado en tantos países, ¿le hace especial ilusión hacerlo en su región?
Durante esta gira, vamos a actuar en varias ciudades de Castilla y León, y para mí es una satisfacción enorme compartirlo con la gente de mi tierra. Cuando vas por otras partes del mundo y te encuentras con un leonés, con el hijo de un palentino o con alguien que dice que su padre es de Guardo, te produce una emoción especial.