Se respiraba tranquilidad y romanticismo en el salón de actos de la biblioteca. Los amantes de la literatura española disfrutaban de un apacible recital de poesía de la mano de Belén Carrión y Enrique González, de la compañía de teatro Zarabanda, quienes estaban pronunciando algunos versos de Jorge Manrique, Gutierre de Cetina y Garcilaso de la Vega, entre otras grandes plumas. Sin embargo, a la media hora de comenzar el acto, un espontáneo de las primeras filas se levantó y solicitó enfurecido un cambio de registro a los actores. Ante la mirada de asombro de los asistentes, Belén y Enrique aceptaron la propuesta y el romanticismo dejó pasó al humor. Rápidamente, algunos se percataron de que ese supuesto espontáneo indignado era en realidad José Carlos Maté, también miembro de la compañía, y que todo lo que estaba sucediendo estaba preparado y formaba parte del propio espectáculo.
Lo vivido ayer fue la representación de la obra Te voy a comer a versos, de Producciones Teatrales Zarabanda. Si bien su objetivo era acercar al público a la evolución literaria de la poesía española, se incluyó esta performance, que «ya ha abierto las bocas en las cuatro bibliotecas» en las que se ha representado anteriormente la obra, detalla el director de la compañía, Enrique González. «Se creó un clima muy bonito, pero, a partir de la media hora, había que quebrarlo para pasar a la otra parte de la actuación», añadió.
El recital incluyó versos de una decena de poetas, de diferentes épocas y estilos, que al ser pronunciados cronológicamente permitieron al público percibir su evolución. «Hemos seleccionado aquellos poemas que tienen una especial incidencia para el público. Si conoces las piezas, la sensación se ensancha», concluyó.
Cabe recordar que la compañía palentina celebra en el presente ejercicio su 40 aniversario.