La presidenta provincial de Vox, Beatriz Muñoz, aseguró ayer a Diario Palentino que el partido «no va a hacer ninguna declaración» tras la posición mostrada por el Grupo Municipal respecto al hasta ahora edil del grupo, Ricardo Carrancio, aunque calificó el hecho como «un conflicto interno. El partido tomará las medidas que tenga que tomar, en su momento». En cualquier caso, matizó que los partidos políticos «están integrados por personas y estas no siempre actuamos de forma correcta».
Las declaraciones de Muñoz tuvieron lugar después de que los integrantes del Grupo Municipal de Vox, Sonia Lalanda y Emilio Polo, hiciera ayer oficial, mediante una nota de prensa, la expulsión del Grupo Municipal, ya publicado por este periódico, del hasta ahora concejal de la formación en el Ayuntamiento, Ricardo Carrancio, tras ser condenado por agredir e insultar a una persona con discapacidad en 2023 y ser reprobado en el último pleno.
En su nota, la portavoz de Vox, Sonia Lalanda, llegó a revelar que el edil no había acudido a ninguna de las dos reuniones a las que había sido convocado después de darse a conocer la sentencia y que «mintió» cuando el día del juicio no acudió al pleno al asegurar que estaba enfermo. Asimismo, Lalanda aseguró en el pleno que Carrancio sí se lo había comunicado a una concejal socialista, además de que estaba negociando con el PSOE su posición en una ordenanza municipal «a espaldas de Vox». Por estos motivos y por «su falta de compañerismo por someter al grupo municipal a esta situación» desde el Grupo Municipal han decidido expulsarle, por lo que a partir de ahora será concejal no adscrito y Vox se quedará con tan solo dos concejales en el Ayuntamiento. Además, fuentes consultadas por este periódico indicaron que se pedirá a la dirección nacional «la expulsión» del partido de Carrancio.
Sin embargo, el propio Ricardo Carrancio reiteró ayer a DP que «Vox no me puede expulsar porque sencillamente no estoy afiliado». «Sonia Lalanda sabía de antemano la realidad del incidente que sufrí y ahora le ha faltado tiempo para acudir a los medios de comunicación», mantiene Carrancio que, además, la culpa directamente «de la desfragmentación que sufre el partido tanto a nivel local como provincial». «Yo no pude acudir a las dos reuniones que menciona – prosigue Carrancio – sencillamente porque soy una persona que sufre un problema importante de Diabetes tipo 1 y estaba medicándome en esos momentos».
El hasta ahora concejal de Vox en el Ayuntamiento de Palencia sostiene que Sonia Lalanda, a la que también acusa de «deslealtad y falta de ética», está «reprobada por el partido, no solo a nivel provincial sino también nacional». «Yo estoy muy orgulloso de la labor que he realizado en favor de los palentinos y lo seguiré haciendo como hasta ahora», añade Carrancio, quien, por otro lado, ha querido desmentir que haya negociado «a espaldas» de sus compañeros en una ordenanza municipal. «Lo que ellos sí hicieron – en referencia a Lalanda y Polo – fue repartirse entre ellos todas las comisiones municipales y es grave porque a mí me votó un buen número de palentinos, precisamente por mi nombre. En la Diputación, sin embargo, se reparten las comisiones de forma más equitativa. A mi siempre me han puesto palos en la rueda por su ego personal y a ellos Madrid les vetó ir en las listas para el Congreso, Senado y para la Diputación», pormenoriza.
DIPUTACIÓN. En otro orden de cosas, una vez que Carrancio ha decidido mantenerse con el acta de concejal, queda por dilucidar si este asunto afectaría en su representación en la Diputación. Fuentes consultadas por este periódico indicaron que los servicios jurídicos de la institución provincial todavía no han estudiado esta posibilidad. En cualquier caso, mirando situaciones similares en otras provincias, cabe recordar que en Burgos, en la anterior legislatura, el Grupo Socialista dio de baja a una concejala de Aranda, Mar Alcalde, que siguió no obstante como concejala no adscrita y también mantuvo su acta como diputada provincial.