Sebastián Castella | Matador de toros: «Disfruté al máximo con mis dos toros en un día perfecto»

Jorge Cancho
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"Al toro que desorejé me permitió torearlo como si lo hiciera de salón"

Sebastián Castella | Matador de toros: «Disfruté al máximo con mis dos toros en un día perfecto» - Foto: dp

Después de algunos años sin triunfar en Palencia, en esta ocasión sí que pudo ser...
He disfrutado un montón durante toda la corrida, de ahí que me gustaría, antes de nada, darle la enhorabuena al ganadero de Benjumea por ese encierro que ha soltado en esta plaza de Palencia ya que cuatro de sus toros han sido buenos.  
Seguro que dos eran los de su lote
Los dos toros que he lidiado esta tarde me han permitido disfrutar mucho. Quizá el primero era un animal al que le he tenido que ir haciéndolo poco a poco, pero al final me dejó torearle muy a gusto y con mucho ritmo por ese pitón izquierdo.  Sinceramente creo que si lo llego a matar de un espadazo más certero le habría podido cortar las dos orejas.
Si bien estuvo con el primero, mejor aún con el segundo. Quizá el toro del encierro
No cabe duda que ha sido un astado que me ha dejado torear a placer. Estaba delante y me sentía como si estuviera toreando de salón, pues según le hacía las cosas veía que éstas iban saliendo y cada vez mejor. Y cuando esto sucede, pues uno sin quererlo se va creciendo y creciendo a casa del disfrute que siente dentro. Y eso ha sido gracias a todo lo que me ha permitido ese buen toro.
Además, estuvo acertado al darle ese tiempo que requería  entre serie y serie
Era un toro con raza y con bravura, aunque aparentemente parecía que el toro tenía menos fuerzas de las que realmente gozaba. Ello se debió a su condición, pues de inicio siempre estaba paradito, como esperándote, pero cuando entraba en la muleta humillaba bien, se le veía entero y ello aportaba gran transmisión a la faena que le hice.
Imagino que se va contento esta vez de Palencia
Mucho, marcho muy contento pues por fin he completado una tarde cumbre en esta plaza sin que se torciera nada, ni lo impidiera la lluvia, el viento, ni nada de nada. Fue el día perfecto en todos los aspectos.