Desde 2010 no volvía a Palencia. Aquél día abrió también puerta grande, pero resultó herido. Hoy la cosa ha tenido un final más feliz
Gracias a Dios me he podido sacar la espada con el toro que cerraba el encierro, pues no quería irme de Palencia de vacío después de haber tenido importantes actuaciones en esta Plaza. Con ese toro hubo momento en los que la faena tuvo mucho ritmo, aunque también es verdad que el animal no acabó nunca de romper. Aún así, ese astado tuvo mucha mejor condición que el otro que me tocó en suerte, de ahí que que me posibilitó el triunfo.
Una faena de inmensa templanza
Vi que tenía condiciones para triunfar de las que hablaba antes, de ahí que tratara de ponerle gusto, torearle despacito y transmitir gustándome en casi todos los muletazos que le di.
El espadazo ya solo era de oreja
Son muchos las orejas que he perdido este año por culpa de los aceros, pero en esta ocasión me tiré con toda la verdad y lo cacé en toda la yema. Gracias a Dios en esta ocasión si que rodó bien la cosa y no se me esfumó el triunfo.
Su primero toro fue otra cosa
Lo he intentado al principio con ilusión y de todas la maneras, por la derecha, por la izquierda, pero no valía. Se le vio rápido que no tenía condiciones.