La monarquía del Reino Unido sigue sumida en una crisis de confianza pública tras la polémica por la foto editada de la princesa de Gales, dos meses después de su misteriosa «cirugía abdominal» que ha convertido en Kate Middleton en un foco de interrogantes.

Desde su hospitalización en enero y desde que se le apartara de la vida pública, la especulación ha suscitado todo tipo de teorías «que van desde que está en coma a que se ha sometido a un estiramiento facial o se está divorciando», recuerda en una publicación un medio británico, que plantea otro interesante debate del que denomina el Kate Gate, el que rodea a la conciliación sobre su papel público y el privado. «Estar expuesto es lo que ha mantenido durante siglos a la monarquía. Si alguien desaparece durante demasiado tiempo, los ciudadanos se toman su revancha», señala.

Si bien el tsunami mediático ha decaído, el príncipe Guillermo y su esposa son aún analizados con lupa por su manera de gestionar la difusión de una imagen de la duquesa de Cornualles y sus tres hijos que levantó gran revuelo en las redes al hallarse indicios de que había sido manipulada, lo que le obligó a admitir públicamente que ella misma la había editado al «experimentar como fotógrafa aficionada».

El episodio cobra además una relevancia particular en un momento en que no cesan las especulaciones sobre la naturaleza de su dolencia, de la que no se sabe absolutamente nada, salvo que no es cáncer y que la mantendrá apartada de sus compromisos hasta después de Semana Santa.

Desde la publicación de la foto, los medios han estado atentos a sus movimientos y lograron documentar el lunes pasado cómo el primogénito de Carlos III y su mujer salían juntos en coche de su residencia en Windsor. 

El fantasma de Diana

La princesa de Gales se ha ganado el cariño de la gente con los años, convirtiéndose en uno de los miembros más queridos de la realeza británica. De hecho, no en pocas ocasiones ha sido comparada con su predecesora, Lady Di, difunta madre de su esposo Guillermo.

Precisamente, el conde Charles Spencer, hermano de la exesposa del rey Carlos, concedió una entrevista que la BBC emite hoy en la que considera que la atención mediática que sufrió su hermana era «más peligrosa» que la que padece Kate. Muy crítico con la prensa tras la muerte de Diana de Gales en un accidente en París en 1997, Spencer señala que le preocupa «lo que ha ocurrido con la verdad» sobre las teorías que circulan en todo el mundo respecto a su estado de salud.