Antonio Barrera, matador de toros: «Dar mi auténtica dimensión me obsesiona más que el dinero, la fama o ser figura»

Jorge Cancho
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«Ahora veo que estoy en el camino correcto para sacar todo el gran toreo que siento dentro de mí»

El sevillano Antonio Barrera durante la entrevista en ‘Grana y Oro’. - Foto: Óscar Navarro

Fue en México, tras pasar por innumerables penurias, donde se dio a valer, de ahí que ahora goce de un inmejorable cartel y, sin llegar a ser figura, toree en tierras aztecas tantas tardes o alguna más que muchas de ellas.  Durante estos doce años de alternativa ha tenido una evolución digna de mención, pasando de ser un matador de raza a ser un diestro de enorme clase que roza en momentos la pureza, eso sí, siempre marcado por la verdad. Antonio Barrera aún no ha dicho la última palabra y quizá lo haga en la preferia sevillana con la de ‘Cuadri’.

Recién llegado de tierras americanas donde ha cuajado  magníficas  actuaciones tanto en México como en Colombia

Ha sido una bonita temporada por aquellas tierras con triunfos en varias ferias como León, San Cristóbal, en Tuta (Colombia) donde indulté un toro, en Guadalajara... En fin, creo que  han sido tardes de mucha importancia  que me han servido para seguir en contacto con el toro durante todo el invierno.

El sevillano Antonio Barrera durante la entrevista en ‘Grana y Oro’.El sevillano Antonio Barrera durante la entrevista en ‘Grana y Oro’. - Foto: Óscar Navarro Y otras tantas tardes que aún le restan por allí...

Estoy acartelado en otras siete corridas, cinco de ellas las lidiaré antes de mi actuación en La Maestranza y las otras dos entre Sevilla y Madrid.

América fue donde se dio a valer. ¿Sigue estando en deuda con aquellas tierras?

América en general y México en particular han significado mucho para mí, tanto profesional como personalmente. De no haber sido por América seguro que no hubiera logrado ese bagaje que acumulo a mis espaldas, con más de 400 corridas de toros lidiadas allí, en España y en Francia. Sin México todo esto hubiera sido imposible, así que siempre estaré en deuda con aquel país.

La Casa Chopera fue la primera en darse cuenta de su clase, si bien no acabó de romper entonces por culpa de los reiterados percances...

Puede ser, pero los años me han enseñado a no tirar balones fuera. Y es que ahora quizá sé que el único culpable de lo que te sucede a lo largo de tu carrera profesional eres tú mismo.

El caso es que de no haber sido por ellos podría estar en figura

Lo peor de los percances es que te restan regularidad, algo que es absolutamente fundamental para convertirte en máxima figura del toreo. A lo largo de mi carrera he triunfado en plazas de la categoría de Bilbao, Barcelona, Valencia, Albacete, San Sebastián, Salamanca... Sin embargo no he podido mantener la regularidad deseada, de ahí que ocupe la situación en la que me encuentro actualmente.

¿Le obsesiona llegar a figura?

Estoy satisfecho con la situación que ocupo, con lidiar un promedio de unas cuarenta corridas al año y ser respetado por los públicos. Cierto es que sigo aspirando a estar en mejor posición, pero no hablo de convertirme en figura sino de algo mucho más íntimo, es decir, de poder dar mi total y absoluta dimensión delante del toro para que así los aficionados  puedan valorarme en mi justa medida. Esto me obsesiona  mucho más que la fama, el dinero, el reconocimiento o el ser o no figura.

A la raza de sus inicios se ha sumado ahora una enorme clase que roza incluso la pureza. Vamos, que es un gusto verle torear...

Sinceramente agradezco sus palabras pues eso es lo que busco realmente en la actualidad: torear para mí, ya que tengo claro que, tal y como sucede en todas las artes, cuando uno siente de verdad lo que hace es cuando más trasciende. Y es que ahora veo que estoy en el buen camino para sacar todo el gran toreo que siento dentro de mí.

Estará en la preferia de Sevilla con la de Cuadri, un buen momento para dar ese golpe sobre la mesa que tanto anhela...

En mi trayectoria este golpe fuerte del que habla he estado a punto de darlo pero no lo he podido redondear aún ni en Sevilla ni en Madrid. Tal vez no he tenido la suerte de que me embistieran muchos toros allí y los pocos que lo han hecho he acabado pinchándolos. Vamos, que en La Maestranza y en Las Ventas me ha faltado la suerte necesaria para dar ese zambombazo con el que catapultar mi carrera a lo más alto. Y sinceramente este año me veo más preparado que nunca para conseguirlo en ambas plazas.

¿Últimamente prefiere la calidad a la cantidad?

Desde hace ya bastante tiempo vengo renunciando a todas aquellas plazas que no me ofrecen determinadas garantías. Y es que los toreros debemos pedir en función de lo que nos hemos dado a valer.

Pero siempre es importante el número de tardes y más en estos tiempos de crisis...

Mi caso es un tanto atípico, pues sin ser figura gozo de un magnífico mercado en América que me permite torear entre veinte y veinticinco tardes al año. En este aspecto me considero un privilegiado pues ello me sirve de colchón, de ahí que me pueda permitir el lujo de torear aquí en España solo aquello que realmente me interesa.

¿En España se ha llegado a sentir maltratado?

Si lo comparo con México, diría que un poquito. Allí ha habido un mayor reconocimiento a mis triunfos por parte de las empresas. Sin embargo, aquí tengo que hacer el doble de esfuerzo para obtener la mitad de recompensa que en América. Pero no quiero entrar en la dinámica del matador amargado, protestón, etc, etc... y prefiero refugiarme en el torero artista que siento dentro de mí. Por lo tanto, prefiero no quejarme y no darme por vencido para lograr mis sueños.

 

«La madurez me deja ver muchas expectativas en mi futuro»

 

La madurez alcanzada quizá sea el mejor aval del que goza en la actualidad

Después del gran esfuerzo que supone ser fiel a unos principios y dedicar toda la vida en cuerpo y alma a la tauromaquia, ahora llega la parte buena, la de coger los frutos que has ido sembrando durante todos estos años. Una recompensa interior que llamamos madurez y que te permite seguir mirando al futuro de frente y con enormes expectativas.  

Usted que tantos años estuvo afincado en Barcelona, ¿cómo ha vivido la prohibición de la Fiesta Nacional en Cataluña?

Con enorme tristeza, pues allí fue donde empecé a querer ser torero. Además mi padre fue empresario y dio toros por infinidad de pueblos, lo que me permitió ver la gran afición que había. He de decir que siempre he defendido a los políticos catalanes porque les veía en vanguardia respecto al resto de políticos españoles, pero en esto pienso que han actuado de una forma muy cobarde. Es una lástima.

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