La campaña agrícola se prevé más floja que la de 2020

Rubén Abad
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La cebada presenta «buena imagen», el trigo está más bajo de lo habitual en esta época, el girasol necesita más humedad y el primer corte de la alfalfa fue casi nulo

La campaña agrícola se prevé más floja que la de 2020 - Foto: Óscar Navarro

La provincia necesita agua para que prosperen los cultivos. Esta es la principal demanda de las organizaciones agrarias y los profesionales del campo a dos días de la fiesta de San Isidro, pues la poca lluvia que ha caído en las últimas semanas es, a su juicio, del todo insuficiente. Una lluvia que, además de ser escasa, según apuntan las opas, ha sido «muy desigual» no ya por comarcas, sino por municipios. «Ya no podemos esperar más», aseguran a este periódico Asaja, UPA y COAG.


«Esperemos que estos días pueda llover algo, porque si no lo hace y suben las temperaturas puede haber una merma de cosecha en los cerales», advierte el presidente provincial de Asaja, Honorato Meneses. Aún así, y a pesar de la falta de lluvias, las tres opas coinciden en destacar que los campos «están bastante bien presentados, sobre todo en cereales», aunque todo dependerá de las «ansiadas lluvias». 


«Tiene que llover, porque estamos volviendo a regar», insiste el secretario provincial de UPA, Blas Donis, quien augura que la cosecha «no tiene mala pinta, pero será bastante inferior a la de 2020». Similar parecer tiene David Tejerina, su homólogo en COAG, quien defiende que «no va a ser un año ni de pasada excelente, va a ser muy normal. Si llueve será del montón, y si no será mediocre». «Lo que hay que mantener son los buenos precios que tenemos ahora para poder vender la cosecha a un precio digno», subraya.


POR CULTIVOS

Por cultivos,  se están teniendo problemas con el girasol, pues el terreno tiene muy poca humedad para que la planta se desarrolle. La cebada, por su parte, «está muy bien presentada y tiene buena imagen», afirma Donis, quien asegura que el trigo está «algo más flojo» de lo que suele acostumbrar por estas fechas, a lo que se ha de añadir que su crecimiento en altura es «mucho más bajo» que otros años.


Algo peor están los forrajes, que han sufrido los rigores de las heladas, señala Asaja. Como ejemplo, Meneses destaca que el primer corte de la alfalfa ha sido «prácticamente nulo». Sobre el resto de cultivos, como pueden ser la maíz o la patata (cuyos precios se están recuperando en Europa), prefieren no aventurarse, pues les queda todo el desarrollo del verano. Otro problema son las malas hierbas como la amapola o el bromo, a sumar a los hongos o la roya amarilla, bastante extendidas en el Cerrato, según manifiesta COAG.

 

CARRIÓN Y PISUERGA

Volviendo al tema del agua, las opas defienden que los sistemas del Carrión y el Pisuerga tienen, de momento, capacidad suficiente para afrontar la campaña. No obstante, alertan de que en el primero de ellos pudieran darse problemas «por el déficit histórico», destaca Meneses. «Con cuatela y racionando el agua se puede hacer una buena campaña», ratifican las tres organizaciones agrarias.


Para no depender en exceso de los antojos de la climatología, Asaja, UPA y COAG defienden que la modernización de los regadíos palentinos (el Gobierno anunció recientemente una inversión de 41 millones de euros en la provincia) es «imprescindible y necesaria» para el futuro del campo. «El sistema, tal y como está planteado en la actualidad, no hay quien lo mantenga. Tenemos que ser más sostenibles con el uso del agua», defiende Donis, quien pone como ejemplo a la zona de Astudillo, muy avanzada en este campo.