Una nueva tromba de agua anegó ayer la carretera general P-220 a su paso por Barruelo de Santullán. "Los vecinos han alertado de la situación, y han sido ellos mismos los que han tenido que proteger sus viviendas", relata el regidor municipal. Cristian Delgado destaca que "llevamos desde diciembre de 2019 con este asunto, sin que se nos haga caso. Hay que fresar, rebajar la calzada, y actuar de una vez por todas, de una forma decidida". El alcalde recuerda que "la Junta de Castilla y León ha materializado unos sumideros, que ya advertimos, no eran suficientes, puesto que el problema es el firme de una carretera en la que no podemos actuar ya que es de la comunidad autónoma". Cristian Delgado asegura que "es una auténtica vergüenza que los vecinos de Barruelo de Santullán, y en concreto los residentes junto a la carretera, tengan que padecer los efectos de las riadas, como si vivieran un tsunami, cada vez que llueve, como es el caso de esta tarde, donde hemos vivido una tromba de 20 minutos". El alcalde de Barruelo de Santullán recuerda que "la Junta de Castilla y León se comprometió, tras las inundaciones de 2019 a actuar en este espacio, y a día de hoy seguimos esperando". Delgado anuncia que, este mismo lunes, se pondrá en contacto con la administración autonómica para denunciar "por enésima vez, la situación de una carretera de su competencia".