Torquemada cosecha 70.000 kilos de su afamado pimiento

Rubén Abad
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El municipio cerrateño dedica 2,5 hectáreas al cultivo de la hortaliza. Se consume principalmente en la provincia

Imagen de archivo de la última edición de la Feria del Pimiento de Torquemada. - Foto: Sara Muniosguren

Torquemada pone fin a un «buen año» en lo que al cultivo de su afamado pimiento de cuatro morros se refiere. Así lo ha puesto de manifiesto el alcalde de la localidad cerrateña, Jorge Domingo Martínez, quien habla de 70.000 kilos ya cosechados, a los que habría que sumar el poco producto que aún queda en la mata.


Mantienen viva esta característica hortaliza tres productores locales, que cultivan uno de los productos más reconocidos, valorados y apreciados de la huerta palentina en una superficie que ronda las dos hectáreas y media. Desde allí viaja a distintos puntos de la geografía provincial, donde se encuentra el grueso del mercado, aunque cada vez tiene mayor presencia y cuenta con una gran acogida en provincias vecinas como Valladolid y Burgosy en comunidades limítrofes como Asturias o Cantabria, si bien es cierto que la exportación está muy limitada por la producción.


Esta «buena cosecha» ha sido posible gracias a las condiciones climatológicas que se han dado a lo largo de los meses de verano. Y es que durante el estío el sol ha sido el justo y necesario para el producto, las temperaturas han sido altas durante el día, pero no en exceso, y, lo más importante, el mercurio no ha bajado demasiado durante la noche, lo que ayudó al desarrollo de la planta. No obstante, los productores también se enfrentaron a momentos críticos durante la campaña, como sucedió en septiembre por los episodios de lluvias.


«La campaña ha ido bastante bien. La producción es muy buena, tanto en cantidad como en calidad», insiste Martínez, quien reconoce que no se han producido pérdidas por insolación, como sí ha ocurrido en años anteriores. Un problema, el del soleado, que los productores han solucionado con la instalación de mallas para procurar sombra.


COMERCIALIZACIÓN

En un año marcado por la pandemia del coronavirus en el que el Ayuntamiento de Torquemada se vio obligado a suspender su tradicional Feria del Pimiento (habría alcanzado su vigésima séptima edición), se ha habilitado un canal de venta directa que pone en contacto a los clientes con los propios productores.


De este modo, la gente llama, reserva sus pimientos y cuando su pedido está listo pueden pasar a recogerlo directamente en la explotación, un modelo que está funcionando «muy bien», destaca el primer edil en declaraciones a Diario Palentino. En el lado opuesto de la balanza se encuentra el sector de la restauración, muy castigado por la crisis sanitaria y económica y donde el nivel de ventas ha anotado un importante descenso por la falta de clientes en los establecimientos hosteleros.


«Aquí no se juega a la picaresca, todo lo que vendemos se produce y cosecha en Torquemada. Hay años que vienen mejores y otros algo peores, pero el cien por cien del producto es local», destaca el regidor.

 

GENERADOR DE EMPLEO

Desde el Ayuntamiento de Torquemada defienden el cultivo del pimiento como «un generador de empleo y de riqueza económica en el medio rural». De este modo, subrayan que con más gente dedicada al producto, se podría ampliar el comercio del mismo, lo que sería «una gran oportunidad».


La espina que le queda al pimiento de Torquemada, al igual que a otros cultivos, es un relevo generacional que no acaba de llegar al campo palentino. «El pimiento requiere mucha mano de obra, porque no se cosecha de una sola vez, sino que hay que estar pendiente constantemente de la planta», destaca Martínez. «Es un cultivo muy difícil de sacar adelante, requiere un gran trabajo y está sujato a las condiciones medioambientales, que son muy exigentes», concluye.