Luis Miguel Encabo, matador de toros: «El pasado año en Madrid demostré que volvía para quedarme»

Jorge Cancho
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«El objetivo es volver a meter la cabeza y cuando lo haga voy a saborearlo más que nadie»

Se encuentra entre los matadores más legendarios del actual escalafón. A lo largo de sus 18 años de alternativa ha matado más de 600 corridas, la inmensa mayoría de ellas de las denominadas ‘duras’. Sin embargo, desde 2011 pasó tres años en el más absoluto ostracismo y sin contrato alguno hasta que la temporada pasada volvía a los ruedos completando tres paseíllos, uno de ellos en ‘Las Ventas’, que fueron suficientes para el reconocimiento unánime  de todos los profesionales. Pese a todo, él jamás se desvinculó del toro y este año espera resurgir cual ‘ave fénix’. Seguro que cualidades y ganas le sobran.

 

Un ilustre que se resiste a que le corten la coleta antes de tiempo

Exactamente. Y digo exactamente por ese antes de tiempo al que ha hecho alusión. Yo creo que todavía no ha llegado el momento, aunque tampoco está excesivamente lejano, pero aún me siento con ilusión y con fuerzas para ponerme un chándal por la mañana y comenzar a entrenar y para ponerme delante de la cara del toro, que es lo que más me gusta. Y como me veo con condiciones, lo que quiero es seguir expresándolas.

¿Qué queda de aquel chaval que en mayo de 1994 abría la puerta grande de Las Ventas?

Todo, absolutamente todo. Y esto se debe más que nada a que mis ilusiones están intactas. Cierto es que gozo de un mayor conocimiento que entonces y una mayor experiencia producto de los años. Pero la ilusión la mantengo  idéntica a la de entonces.

Madrid, su plaza. ¿Cuántos paseíllos y cuantas orejas?

Con exactitud no puedo responder, pero sé que más de 55 paseíllos seguro. Ha habido varias temporadas que he toreado hasta cuatro tardes allí y un año llegué a hacerlo en cinco ocasiones. En cuanto a los triunfos, he abierto en dos ocasiones la puerta grande de Las Ventas y me he llevado diecisiete o dieciocho orejas.

¿Con qué tarde se queda?

La que me marcó todo fue la de mi presentación como novillero. No tenía nada y me di a conocer, pudiendo lidiar ese año 33 novilladas. Ha habido otros días tremendamente importantes: cuando me quedé con cinco toros para mi, el día que salí a hombros con la corrida concurso, la del toro Murciano, etc... Muchas veces me he quedado  a punto de volver a abrir la puerta grande. Quizá entre las mejores esté también mi segunda actuación allí tras la alternativa, con un toro de Guardiola, pero fue en octubre y pasó un poco desapercibida. Ha habido muchos días buenos, gracias a Dios.

Que le quiten lo bailado...

Lo digo con absoluta modestia, pero creo que presumir de estas estadísticas no es malo, pues en definitiva de lo que estás presumiendo es de torear.

Unos tendidos exigentes, pero a los que usted sabe entender como pocos. ¿El secreto?

La conexión radica en que mi forma de entender el toreo, que no es otra que verlo como un espectáculo, conjuga muy bien con el de la afición de Madrid. También ha habido ocasiones en las que ha sido muy dura conmigo, cosa que entiendo y acepto, pues con los que más dura se muestra es con los toreros que cree que pueden dar más de sí. Por ello, llegados esos momentos lo que he hecho es autocrítica para mejorar.

Se le encasilló demasiado pronto en las duras ¿no cree?

Demasiado pronto, pero era el camino que yo tuve para seguir toreando y lo acepté a la perfección dado que fue donde me pude desarrollar como torero. Por consiguiente, totalmente satisfecho de mi elección.

Victorino, Cebada, Conde de la Maza, etc... De todas ellas ¿con cuál se entiende mejor?

Con cualquiera del encaste Albaserrada, llámese Victorino, Adolfo, Escolar, o Moreno Silva en la versión Saltillo. Pese a que es un animal vivo, difícil, por cada toro que matas te sale una cana, pero son astados con los que a lo largo de mi vida me he entendido bien.

Pasó de torear medio centenar de corridas al anonimato más absoluto en pocos años. ¿Qué sucedió?

De todo. La crisis supuso que el segundo circuito desapareciera y, así, toreros que lidiábamos veinte corridas hemos pasado a torear dos o tres. Además, si yo hubiera obtenido triunfos más fuertes nada de esto hubiera ocurrido, así que también algo de culpa tengo. A ello hay que añadir que siempre me he hecho respetar en mis contrataciones, de ahí que las oportunidades cada vez fueran menores. Por lo tanto, un compendio de todas esas cosas.

Ya, pero en los toros más que poca memoria, lo que hay es Alzheimer absoluto

Así es. Es lo duro de esta profesión, pero cuando logras volver a meterte en las ferias, como es el objetivo que persigo ahora, lo voy a saborear más que nadie. Es algo que tengo clarísimo.

Tras el calvario de tres años sin contratos, en 2014 regresaba con tres paseíllos y demostraba que quiere seguir en la pomada

La temporada pasada decidí autoapoderarme, y en un tentadero, en el que estuve muy bien con unos machos en la finca de Palha,  me salió la corrida de Azpeitia, en la que me sentí muy bien y relativamente cómodo después de mucho tiempo sin torear.

¿Qué sensaciones tuvo al regresar a Madrid?

De saborear cada segundo, antes, durante y después. En los días previos, pese al paquete lógico, estaba feliz y contento, lo mismo que cuando hice el paseíllo. Luego fue una tarde en la que demostré que volvía para quedarme.

«Serán ‘Las Ventas’ las que marcarán mi futuro»

Nunca se desvinculó de los toros

Estoy como director artístico en el Centro de Alto Rendimiento de Guadalajara, donde enseño y aprendo muchas cosas. Allí tengo un par de alumnos aventajados como Leo Valadez, que debutará con caballos en Fallas y Juan de Castilla, que lo hizo en agosto y que anda sensacional. Además, doy clases a aficionados prácticos y me apasiona ver cómo a gente de entre 13 y 65 años les gusta sentirse toreros.

¿La preparación para este 2015?

Similar a la del año anterior. Afortunadamente tengo muchos ganaderos amigos que me permiten hacer campo para mantener engrasadas las muñecas. Quizá cuando se acerque Madrid mate algún toro a puerta cerrada, y poco más.

¿Todo dependerá de lo que pase en Madrid?

En principio en mi mente está torear este año entre ocho y diez corridas de cualquiera de las formas, pero indudablemente serán Las Ventas las que marcarán mi futuro.

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