Con motivo del 650 aniversario de la fundación de Guernica por Don Tello, la Diputación Foral de Vizcaya conjuntamente con el Grupo de Historia Local Guernikazarra organizan una exposición en la que, cedido por la Diócesis de Palencia, podrá verse el sepulcro del Conde Don Tello (del siglo XIV, en madera policromada) que se conserva en la Sala Capitular del Convento de San Francisco de Palencia. La muestra, que se inaugurará el 29 de abril, podrá visitarse en el Museo Eukal Herria hasta finales de año. El 28 de abril, día en que se presentará, se cumple ese 650 aniverasrio.
La cesión, explica la Diócesis en una nota, se realiza cumpliendo la legalidad, con todos los seguros correspondientes y las garantías necesarias para su traslado, protección, conservación, custodia y estancia. La pieza es de sumo interés para la exposición por tratarse de la obra capital.
El delegado diocesano de Patrimonio Cultural y Artístico, José Luis Calvo, explica que el sarcófago se encontró en 1978 empotrado dentro de un arcosolio de la pared izquierda (muro del evangelio) del presbiterio de la iglesia de San Francisco de Palencia, durante unas obras que se hicieron en ella. Se sabía que el conde Don Tello de Trastámara había sido enterrado en este convento, pero no se tenía memoria del lugar exacto donde reposaban sus restos. Explica Calvo que el conde Don Tello está representado en la tapa, vestido de franciscano, con espada en sus manos, y en el almohadón están pintados los escudos de los Trastámaras. Todo el sarcófago está realizado en madera de nogal y en su interior y dentro de otro ataúd muy sencillo, se encuentran sus restos mortales. Señala asimismo el delegado diocesano de Patrimonio Artístico que el sepulcro, del siglo XIV, está realizado en madera policromada. «Esta forma de enterrar a miembros de la casa real no era frecuente. Además tenemos que tener en cuenta que el propio conde dejó escrito en su testamento que la sepultura fuese de plata, pero seguramente a los frailes franciscanos les pareció, debido a su austeridad y pobreza, escandaloso. Sea como fuere, lo cierto es que a nosotros nos ha llegado un sarcófago de madera, posiblemente tallado años más tarde. En ambos lados tuvo un apostolado bajo doseletes góticos policromados, y en la cabecera hay tallado un calvario (Cristo en la cruz, la Virgen y San Juan) y dos soldados». El sarcófago, comenta José Luis Calvo, permaneció en el centro de la Capilla Mayor hasta el año 1510, fecha en que un pariente suyo, Don Juan de Castilla, obispo de Salamanca, reedificó la iglesia y el presbiterio para enterrarse él, siendo entonces cuando se reubicó y tapió en la pared, después de cortar un trozo para que pudiese encajar dentro del arcosolio.
Tello Alfonso de Castilla nació en la ciudad de Mérida en junio de 1337. Fue el sexto de los diez hijos extramatrimoniales de Alfonso XI de Castilla y de Leonor de Guzmán. Sus abuelos paternos fueron Fernando IV de Castilla y la reina Constanza de Portugal. Y por parte materna era nieto de Pedro Núñez de Guzmán y de Juana Ponce de León. Tuvo varios hermanos, entre ellos Enrique II de Castilla y Fadrique Alfonso de Castilla. El 10 de enero de 1339, su padre le concedió como señorío los antiguos realengos de las merindades de Aguilar de Campoo, que había tenido su difunto hermano Pedro de Aguilar, y Liébana en Cantabria. También fue señor de Castañeda, Berlanga, Monteagudo y señor consorte de Lara y Vizcaya. Fundó la villa de Guernica (Vizcaya) el día 28 de abril de 1366.
Don Tello testó en 1368 y dos años después en Mérida, y en este último legó Vizcaya y Valmaseda a su hermano el rey Enrique II de Castilla. Falleció el día 15 de octubre de 1370 en Medellín siendo enterrado en la iglesia de San Francisco de Palencia, tal como él mismo había dispuesto.