Se proclama autodidacta. «Con la ayuda de todo lo que ves e intentando aprender. Tenemos muchos maestros, vas buscando un poco de cada uno, probando». Así ha desarrollado su afición a la pintura y el dibujo Eugenio Cagigal, artista cántabro afincado desde hace más de dos décadas en la comarca de Aguilar de Campoo.
Cagigal presenta en la biblioteca pública de Palencia hasta el 15 de noviembre la exposición Naturaleza, historia y tradición en el Valle de Santullán. Su vestíbulo ya acoge los originales de las ilustraciones que el artista ha realizado para los libros El valle de los sueños, sobre la colonia minera de Vallejo de Orbó, y el más reciente La vida antes de las minas, editado por el Ayuntamiento de Barruelo de Santullán en colaboración con el Centro de Interpretación de la Minería del municipio, dirigido por Fernando Cuevas
A Cagigal, de 58 años, siempre le ha gustado dibujar «como aficionado». «No tengo estudios artísticos. Todo esto ha venido a raíz de mi encuentro con Fernando Cuevas. Siempre que tiene ocasión, me ofrece colaborar. También lo hago para Sabero; alguno de mis dibujos están en su museo [de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León]», comenta.
En este caso, el aguilarense Alberto Corada es el autor de La vida antes de las minas. «Le atrajo la idea de ilustrarlo porque sus trabajos históricos son siempre muy arduos y académicos, tipo tesina. Al no tener dibujos ni fotos de la época, ya que hablamos del siglo XVIII, vimos qué se podría hacer que fuera atemporal. Trabajamos con cosas de la zona ya que de la mina hay muchos trabajos pero anterior a ello hay muy poco escrito», apunta.
La mayor parte de sus ilustraciones son a acuarela. También emplea tinta y lápiz. «Normalmente, hago dibujo urban sketcher. Suelo llevar libreta y, cuando voy de viaje, hago dibujos sobre la marcha, improvisados en directo, con un rotulador resistente al agua. Por encima de ello pinto con acuarela», señala Cagigal.
Poco a poco ha ido conociendo la historia de Vallejo o de Barruelo. «Estos pueblos, en lo que respecta a la minería, son un mundo no muy conocido. Tenemos un patrimonio increíble que se está yendo al suelo». Por ello, cuando tiene ocasión, dibuja la zona industrial de Barruelo. «A algunos de estos edificios les queda poco tiempo. Debe ser muy costoso mantener todo pero no se le da demasiado valor a un patrimonio industrial que ha sido muy importante», recuerda. «Siempre me ha gustado este mundo: la minería y lo industrial es muy plástico, se presta mucho al dibujo y la pintura», explica.
La pasión por el dibujo le ha servido para conocer «muchísimos pueblos». «A mi mujer también le gusta dibujar. Hay días en que cogemos la libreta y un bocata y hacemos un tour por los pueblos, dibujando iglesias, calles o fuentes. Aparte de un ejercicio artístico, es una forma distinta de conocer los sitios», añade.
Palentino de adopción. Cagigal es natural de Cantabria, pero lleva viviendo en la comarca aguilarense desde el año 2000. «Mi mujer es de Aguilar. Vivimos concretamente en Menaza, un pueblo pequeñito en la carretera de Barruelo. Prácticamente soy de aquí, me considero palentino de adopción. Estoy encantado con el pueblo y con toda la Montaña Palentina», comenta.