El Museo de Palencia (Arqueológico) muestra en el rincón expositivo de Fondos inéditos dos vasijas prehistóricas localizadas en la primavera de 2013 en Támara de Campos, en un enclave que se corresponde con el yacimiento arqueológico El Quintanar, durante los trabajos de prospección arqueológica vinculados a la modernización del Canal del Pisuerga.
Según la información que acompaña a las ollas, aparecieron una al lado de la otra, boca abajo, a unos 50 centímetros de profundidad. Ambas vasijas están realizadas a mano, con desgrasantes calizos y cuarcíticos, cocidas en ambiente irregular, pero predominantemente reductor, lo que ha proporcionado las tonalidades rojizas, ocres y grises de sus paredes. Una se muestra restaurada y la otra como apareció, pero engasada. Los elementos formales son, según el Arqueológico, los que llevan a encuadrarlas en los momentos antiguos de la Edad del Bronce, con lo que se amplía la ocupación prehistórica del asentamiento (se hahía considerado perteneciente a la Edad del Cobre -tercer milenio antes de Cristo-).
El interés especial de este hallazgo reside, explica el Museo de Palencia, en el hecho excepcional de que ambas vasijas se hallaron muy probablemente en la posición en la que fueron depositadas por el hombre prehistórico. «Si se encontraban por encima de la boca de un silo, probablemente vacío, se revelan como un caso único de nuestra prehistoria meseteña. Pero hasta que no se realice una excavación arqueológica no se sabrá por qué y para qué se habían depositado así las vasijas. Además, aportará luz sobre la finalidad de ese tipo de estructuras».