A la central térmica de Velilla del Río Carrión se le brinda una nueva oportunidad, in extremis, de salvarse de la demolición. El consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, expresó en el pleno de las Cortes Regionales el interés de la Junta de Castilla y León de que la comunidad pueda conservar como «símbolo minero» una de las 15 térmicas (tres en Castilla y León) que están condenadas a su extinción tras el cierre de la minería del carbón, entre ellas, según confirmaron ayer a Diario Palentino fuentes de la consejería, la de la localidad norteña.
Y es que, según señala el consejero, su mantenimiento complementaría «a la perfección» la estrategia de conservación de los sistemas mineros desarrollada en los últimos años. «Es urgente actuar para conservar algún resto o, al menos, elaborar una adecuada documentación que permita transmitir a las siguientes generaciones una memoria de lo que hubo, y no perder por completo este valioso testimonio de la producción energética de nuestro país», resalta.
Para lograrlo, el consejero ofrece el apoyo y colaboración institucional de la Junta. Y es que, a su juicio, «con la debida colaboración interadministrativa y público-privada es posible lograr que el testimonio de la industria térmica del país quede en Castilla y León».
Esta idea va en consonancia con la apuesta de la Consejería de Cultura durante la presente legislatura de crear nuevas categorías de Bienes de Interés Cultural (BIC) con el foco puesto en la pervivencia de este patrimonio industrial intrínseco al norte de Palencia. Recuerda, asimismo, que el visto bueno del desmantelamiento de las termoeléctricas proviene de La Moncloa, una decisión con la que, subraya, «la Junta nunca ha estado de acuerdo».
«En estos duros momentos para las cuencas mineras ha de primar, señala Ortega, la voluntad política». Como muestra de ello, su consejería ha mantenido varias reuniones con el Gobierno de Sánchez a través de los ministerios de Cultura y Deporte y Transición Ecológica, con el fin de «compatibilizar el desmantelamiento» con la protección del importante valor cultural que pueden llegar a albergar estas centrales. Encuentros que, según ha podido saber DP, se mantuvieron en octubre de 2019, noviembre y diciembre de 2020 y febrero y septiembre de este año. Es decir, mucho antes de que se conociera la fecha de demolición del a térmica, que no ha trascendido hasta esta semana.
EVITAR LA DEMOLICIÓN
Por otro lado, Vox solicita a la Junta que «haga todo lo que esté en su mano» para paralizar la demolición de la torre de refrigeración y chimenea del Grupo II de la planta velillense. Así, la procuradora Fátima Pinacho ha recordado al consejero que la central entró en funcinoamiento en 1964 y que los elementos que van a ser destruidos «ya forman parte del paisaje y de la identidad de la comarca de Guardo».
Asimismo, Pinacho hace un alegato en la defensa de estos elementos «como parte del patrimonio industrial que se puede perder por el abandono e irresponsabilidad del Gobierno de la Junta», recordando que «ninguno» de los presidentes autonómicos desde Demetrio Madrid «se ha dignado a visitar una de las zonas más deprimidas por la desindustrialización y la despoblación».
La procuradora también ha aprovechado para repasar el «abandono» al que se ha sometido a Guardo y su ámbito de influencia desde los gobiernos del PSOE y del PP y señala que «la irónicamente denominada» transición justa ha supuesto el desmantelamiento total de la minería de la comarca, y la desaparición de 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos, «mientras vemos como países del ámbito europeo como Alemania, Polonia o Italia, no solo han prorrogado el cierre de sus centrales térmicas, sino que están inaugurando nuevas plantas».
60.000 EUROS AL AÑO
Desde Velilla del Río Carrión, la alcaldesa, Belinda Mencía, se muestra partidaria de la demolición al considerar que «no tiene sentido mantenerla», según informó Cadena Ser. En declaraciones a la emisora, la regidora cifró en 60.000 euros el mantenimiento de la torre, una estructura que, a su juicio, «no tiene atractivo turístico alguno» y considera inviable el planteamiento de que se cree un macromuseo industrial.
Asimismo, adelantó en la Cadena Ser que se van a habilitar zonas que permitirán presenciar la voladura (cuyo tiempo estimado es de dos horas), en los miradores de La Reana y junto al cementerio.