Los vecinos de Barruelo volvieron a salir esta mañana a la calle para recordarle a la consejera de Sanidad que no van a parar hasta que se les devuelva el servicio que se suspendió hace algo más de año y medio. «Una vez más, aquí estamos, pagando la inocentada de aquellos que decidieron en 2018 eliminar nuestras guardias médicas», expresaron desde la Plataforma Valle de Santullán durante la lectura del manifiesto con la que concluyó la concentración que recorrió las calles de la localidad desde el centro de salud hasta el Ayuntamiento.

En el acto participaron decenas de personas, que no quisieron dejar pasar la oportunidad de llamar la atención de las instituciones y de exigir una sanidad digna para los habitantes de la Montaña Palentina. «Estamos igual o peor que hace un año, pero si creen que vamos a parar es que no nos conocen. Seguiremos llamando a todas las puertas que haga falta», expresó al respecto la portavoz de la plataforma, Yolanda Alonso, que también dijo estar a la espera de que la consejera, Verónica Casado, se acerque hasta el municipio para explicar a los vecinos el proyecto piloto que prometió para Barruelo y del que no se ha vuelto a saber más. 

Durante la movilización también se hizo alusión a las riadas de la semana pasada. «Hoy nos viene a la cabeza la situación que vivimos el otro día en la residencia Santa Bárbara. Aislados, inundados y sin médicos en el pueblo. ¿Qué habría ocurrido si alguno de nuestros ancianos se hubiese puesto malo? ¿Qué habría ocurrido si hubiésemos tenido alguna urgencia médica?», preguntaron desde la plataforma, a la vez que señalaron que esas preguntas no las tiene que responder ni la plataforma, ni los pacientes, ni el Ayuntamiento, sino el organismo competente.

UN FUTURO MEJOR. Finalmente, Valle de Santullán reclamó un «futuro mejor» para los más jóvenes y una «atención digna» para los mayores. «Por ello estamos aquí una vez más y lo estaremos las que sean necesarias. Porque nosotros sí que queremos a nuestros pueblos y porque no queremos que nuestros hijos tengan que padecer los designios de las personas que se sientan en un despacho de Valladolid y que no conocen las necesidades del medio rural», concluyeron desde el colectivo norteño.