Belén, Jorge, María, Quique, Malena, Begoña, Daniel, Silvia, Clara, Nacho, Mari, Concha. Estos son los nombres de doce jóvenes que quieren quedarse a vivir en sus pueblos pero no pueden. No pueden porque, según denuncian, el acceso a la vivienda en el medio rural es cada día más «inalcanzable». «Apenas existe oferta pública, los precios de las casas en venta se han disparado y el mercado del alquiler es escaso», subraya esta docena de palentinos.
Ellos tan solo son una pequeña representación de una realidad que se repite en muchos pueblos de la España vaciada. Frente a ella trabajan los Centros de Desarrollo Rural (CDR) de Carrión de los Condes y Monzón de Campos, pertenecientes a la ONG de ámbito estatal Coceder, quienes desde 2018 gestionan la Plataforma Volver al Pueblo (www.volveralpueblo.org), un espacio para fomentar el asentamiento y la fijación de población en el medio rural a través de un banco de viviendas, tierras, ofertas de trabajo y negocios.
Esta iniciativa forma parte del programa de sensibilización y concienciación sobre la despoblación y la necesidad de emprendimiento en el medio rural y el servicio integral de apoyo y asesoramiento y fijación de nuevas personas pobladoras en este entorno, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Actualmente, cuenta ya con 570 viviendas y más de 950 recursos entre terrenos, solares, ofertas de empleo y negocios en situación de traspaso que podrían ser parte de la solución para quienes quieren quedarse a vivir en sus municipios o para los nuevos pobladores que deciden hacer una apuesta en firme por el medio rural.
Jóvenes denuncian dificultades en materia de vivienda ruralGracias a esta plataforma y al asesoramiento de Coceder y los Centros de Desarrollo Rural que componen esta entidad, 66 personas se han asentado en municipios rurales en lo que va de año. «La lucha contra la despoblación que se lleva a cabo desde este proyecto no solo trata de atraer a nuevos habitantes a los pueblos, sino también de evitar que se marchen aquellos que ya residen en el territorio», detallan los impulsores de la misma.
EL FOCO, EN LOS JÓVENES
En este contexto nace la campaña No me quiero ir, que pone el foco en los jóvenes. Y es que son ellos los que mayoritariamente emigran a la ciudad para poder realizar sus estudios, haciendo de este un viaje de no retorno.
Las posibilidades de que estos jóvenes regresen o se mantengan en sus municipios son, alertan desde los CDR de Carrión de los Condes y Monzón de Campos, «escasas». ¿Los motivos? Según exponen desde ambas agrupaciones, son la falta de oportunidades laborales, la escasez de servicios públicos y las problemáticas de acceso a la vivienda. «Hay jóvenes que quieren quedarse o retornar a sus municipios de origen y emprender allí su plan de vida», aseguran.
Personas como Belén, que junto a Adrián y Borja, gestiona una cervecería artesana en el municipio de Ledigos; o como Jorge, que ha encontrado un futuro laboral en Monzón pero no puede independizarse. Estos y otros jóvenes quieren, con esta campaña, llamar la atención de las administraciones y de la ciudadanía en general, para que se fomente el acceso a la vivienda pública, se establezcan precios de venta accesibles a las posibilidades de este segmento de la población o para que se dé una segunda oportunidad a las «miles de viviendas cerradas» que hay en el territorio y que podrían ser alquiladas por estas personas que, según exponen, «asegurarán el futuro de nuestra tierra».