El origen del parque de El Salón se asocia, habitualmente, con la primera guerra carlista, que conllevó el derribo del convento de Nuestra Señora del Carmen, para evitar que se convirtiese en un bastión desde el que atacar la ciudad si caía en manos rebeldes. 

En el espacio que se liberó se procedió a la plantación de árboles y a la dotación de asientos de piedra, generando un paseo alrededor. Posteriormente, se procedió al acondicionamiento del espacio entre los paseos, ajardinándolo, cuyo diseñó correspondió al arquitecto provincial José María de Vivar. A finales de febrero de 1840 el parque se había terminado, y se procedió a su inauguración con unos «bailes de tamboril en carnaval», los días 2 y 3 de marzo de 1840. Poco después, por acuerdo municipal del 14 de marzo de 1840, se fijó un edicto a la entrada del paseo decretando que el nombre del parque era Salón de Isabel II. 

En total, había más de 500 árboles, algunos donados por la empresa del Canal de Castilla, y se colocaron más de 30 asientos, siendo lo invertido en el total de la reforma casi 7.000 reales. Tras su inauguración y puesta en funcionamiento, se siguieron realizando mejoras. En 1841 se cubrió todo el piso del paseo de arena mineral y se instalaron unas columnas decorativas. En 1844 se colocaron a la entrada, junto a la Puerta del Mercado, unas verjas de madera pintadas de verde; y en 1846 se añadieron algunos bancos y se incorporó el alumbrado, al erigirse 8 faroles en su paseo.

El parque del Salón: ¿Segundo centenario?El paseo estaba formado por seis avenidas que confluían en una glorieta central. Los parterres se disponían entre las avenidas. Según J.M. Quadrado, en Recuerdos y Bellezas de España. Valladolid, Palencia y Zamora (Madrid, 1861): «Las alamedas, que de un siglo acá prestan sombra a los muros ciñendo de un frondoso pórtico la ciudad, salen a recibir a gran distancia al viajero sobre la carretera de Valladolid, y se condensan como para festejarle a la derecha de aquella entrada, trazando seis avenidas a modo de estrella con una glorieta en el centro sobre el solar del demolido convento de carmelitas descalzos».

También Madoz en su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. 1845-1850, nos describe el parque: «A la izquierda de la misma salida, donde estuvo el convento y huerta del Carmen, se encuentran otros 6 pases de bastante anchura con un magnífico salón y glorieta en el centro, con seis entradas adornadas de pirámides y jarrones...». 

Pero ¿realmente el parque se creó en 1840? No hay duda de que ese año fue inaugurado de forma oficial y tampoco de que en ese año recibió el nombre actual. Pero quizás el parque existía con anterioridad a esta fecha. 

LOS ANTECEDENTES. Retrocedamos unos cuantos años. En concreto a finales del siglo XIX para comprobar que, antes de que surgiese el Salón, la zona de la Puerta del Mercado era un lugar frecuentado por los palentinos para pasear. Antonio Ponz, en su obra Viage de España: en que se da noticia de las cosas mas apreciables y dignas de saberse, de 1783, hace la siguiente referencia: «La alameda que dixe encontrarse antes de llegar á la ciudad, se extiende mas de seiscientas varas, y contando su extensión alrededor de la muralla, se han de añadir dos mil setecientas setenta y tres, no solo con la ventaja de la útil frondosidad, sino con la de haberse convertido aquella circunvalación, ó pomerium intrasitable antes, particularmente en tiempo de lluvias, é interrumpido con porquerías y escombros, en un camino y paseo sólido y hermoso con sus asientos, y otros adornos á trechos; de suerte, que todo presenta desde fuera un aspecto agradable para quien se acerca á la Ciudad». 

Antonio Ponz se desplazó a Palencia desde Valladolid, entrando por la Puerta del Mercado, por lo que la alameda a la que hace referencia es la que existía desde esa puerta hacia la carretera de Valladolid. Pero, además, nos indica que en la parte externa de la muralla existía un paseo, todo él arbolado, que además cuenta con algunos bancos y adornos. Según narra Antonio Ponz esta mejora se realizó en 1778, gracias a la aportación del cabildo. 

Por su parte Antonio Domingo Largo, en Descripción de la ciudad de Palencia: su autoridad, templos, frutos y manufacturas, de 1783, expone: «El pasagero, ó caminante, que viniendo de Valladolid, se acerca á esta Ciudad, despues de haver pasado el Soto del Obispo, y una espaciosa llanura, encuentra un trecho de camino nuevo de 666 varas con sus dos filas de arboles, que le hermosean, y se construyó el año de 1773, pero volbiendo á mano derecha por todo el ambito de la Muralla, que son 2.783 varas, era un camino intransitable en tiempo de llubias, y afeado con promontorios de escombros, ó despojos de las obras. Todo se allanó en el año de 1778 y se construyó un Camino adornado de arboleda con muchos asientos de piedra, alcantarillas, y columnas con alguna inscripción...» .

  De estos documentos se deduce que desde 1778 existió un Paseo arbolado y cuidado en la zona, aunque probablemente ya fuera zona de paseo con anterioridad. Este Paseo tenía un doble ramal, uno paralelo a la muralla, y otro en dirección a Valladolid y estaba dotado de asientos de piedra y diferentes ornatos, como alguna columna. 

¿NACIÓ EL SALÓN EN 1820-1821? No hay constancia municipal de la creación de un parque, al menos no en sus actas municipales. Pero tampoco, por ejemplo, hay constancia en las actas municipales de la creación de Jardinillos, o de la conversión de la Huerta de Guadián en parque, porque, en muchos casos, fueron fruto de un proceso -como en el caso de la Huerta Guadián- o derivados de otros hechos, como la llegada del ferrocarril en el caso de Jardinillos. En ambos casos adquirieron, posteriormente a su surgimiento, la condición oficial de parque.

De lo que sí hay constancia en las actas municipales es de varias actuaciones que nos hablan de ese proceso. De hecho, en 1819 se plantaron 10.000 árboles alrededor de la muralla de la ciudad, según consta en las actas del 14 de abril de eso año, y en los meses de septiembre y de noviembre, se refleja la reparación de la calzada entre Palencia y Valladolid, lo que hermosearía el lugar. En 1820, en las actas de enero y febrero, se realiza una nueva plantación de árboles, en este caso 18.000, que partiendo de cada una de las puertas de la ciudad se dirigirían hacia el exterior bordeándola. 

Pero de mayor importancia es este documento del Archivo Municipal de Palencia, (Comisiones de Gobierno, Borradores de acuerdos, 1793-1828), fechado el 29 de mayo de 1821, del que reproducimos una parte. 

«Fulgencio González peón caminero de esta Ciudad a VV.SS. con el debido respeto Espone que entre las obligaciones de su cargo es comprendida la Guarda y Custodia de todas las Plantas que se hallan en el Paseo nuevo de la Puerta de Mercado y su Salon, sitio tan concurrido de toda clase de personas y en especialidad de muchachos que ni aun para tomar sus alimentos puede separarse de el un solo momento...».

De este documento se deduce la existencia no solo de un paseo, sino también de un «salón». El documento habla de plantas y no solo de árboles, por lo que entendemos que no era un espacio simplemente arbolado. Además, se habla de su carácter de «nuevo», por lo que sería de reciente creación. La ubicación es precisa en el documento, la Puerta de Mercado, siendo desde sus inicios, un lugar muy frecuentado por los palentinos.

Por otra parte M.ª Teresa Alario Trigueros, en su artículo Los jardines del Salón de Palencia: un espacio entre la naturaleza y la cultura, ya afirmaba que «en el caso del Salón palentino, este jardín público tuvo antecedentes en otros paseos situados en sus inmediaciones. De hecho, en el año 1834 existía un paseo ya conocido con el nombre de Salón, amueblado con canapés de piedra que se situaba en las inmediaciones de la Puerta del Mercado». 

El hecho de la gran plantación de árboles de 1820, junto a la reparación de la calzada entre Palencia y Valladolid, y el documento de 1821 que habla específicamente de «salón» y se refiere a él como nuevo, nos lleva a plantear su origen en 1820 o principios de 1821. Y ya con el nombre de Salón, aunque sin el añadido de Isabel II, que aún ni había nacido.

Otro elemento a favor de este planteamiento es que, en las actas municipales del 25 de enero de 1840, en referencia al paseo que se está realizando en el paseo de los Carmelitas, se deja bien claro que no es un paseo nuevo, sino que lo que se hace es una prolongación de lo existente. «Y se propone prolongarlo hasta la calle que viene desde la Puerta de San lázaro a la casa tinte de José Maldonado, tomándose para ello el terreno que fuese necesario», refleja.

Por otra parte, la palabra salón hace referencia a un tipo de jardín lineal arbolado. Por ejemplo, el actual paseo del Prado en Madrid se llamaba, en su origen, salón del Prado.  Por ello, no es de extrañar que, a esa zona dotada de un paseo lineal arbolado, con otros ornatos propios de los jardines (plantas, columnas, asientos), se le conociese popularmente como salón, desde su surgimiento, en torno a 1820. 

Un último elemento más a favor de esta tesis, lo encontramos en este Plano de la plaza de Palencia de 1837, del centro geográfico del ejército. En su parte izquierda podemos ver la salida de la ciudad por el Arco del Mercado y la calzada a Valladolid. Si prestamos atención vemos cómo hay una zona reflejada con una mayor densidad de árboles junto a la salida. Esa zona sería el Salón originario que luego se ampliaría con el derribo del convento de Ntra. Sra. del Carmen. La prolongación a la que aluden los documentos de 1840.

En 1840, el Salón adquiriría solamente rango oficial como parque y nombre propio, al ser denominado Salón de Isabel II. Pero, como zona ajardinada, existía ya con anterioridad, y era disfrutado por los palentinos desde hace dos siglos.          

*Doctor en Historia Contemporánea