La incorporación de jóvenes a la actividad agraria y la modernización de las explotaciones son elementos clave para garantizar el relevo generacional en el sector agrario y avanzar en competitividad. En la última convocatoria (2019-2020), según los datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, el campo palentino incorporó 57 jóvenes, el 7,40% de los que lo hicieron en la Comunidad, donde León, con 205 (26,62%) aparece en cabeza, y Soria con 31 (4,03%) en la cola. Los datos, ya referidos al último lustro, ponen sobre la mesa que en la provincia se incorporaron 331, ya que a los ya citados de la última convocatoria resuelta se suman 122, 86 y 66 de las anteriores.
En la correspondiente a 2019-2020, de los 57 jóvenes agricultores, 15 eran mujeres, es decir el 26,32%, el segundo porcentaje menor de Castilla y León, por delante de Segovia, 24,32%, y lejos de León, donde la presencia femenina representa el 41,92% (86 de 205). Hay que destacar de los datos globales que de los 770 jóvenes incorporados, 272 eran mujeres, lo que supone el 35,3 % del total que, con respecto a la convocatoria anterior representa un incrementado de casi tres puntos. En el caso de Palencia, el cómputo general pone de manifiesto la incorporación de 44 mujeres.
La subvención concedida en el capítulo de incorporación de jóvenes agricultores en 2019-2020 asciende a 3.221.108 euros, para una inversión de 3.408.315, lo que supone un 94,5% de ayuda sobre la inversión realizada. La ayuda media de esta última convocatoria resuelta, fue para cada palentino de 56.510 euros (55.612 en el conjunto de la Comunidad).
El compromiso de la Junta en el ámbito de la modernización de explotaciones agrarias para esta legislatura es modernizar 4.700 explotaciones, puesto que las inversiones en estas resultan esenciales para mejorar su viabilidad, y por eso desde la Consejería de Agricultura se fomenta la incorporación de tecnologías innovadoras. Hasta el momento se han otorgado ayudas para modernización a 1.982 titulares de explotaciones en esta legislatura (el 42,2% del compromiso de la Consejería), y es que a los 996 de la convocatoria de 2019 hay que sumar los de la que se acaba de resolver, de la que han resultado beneficiarios 1.016, lo que supone un incremento del 5% .
A estos titulares de explotaciones agrarias se les han concedido ayudas por un importe global de 41,3 millones de euros, para una inversión de 73,4 millones de euros. La ayuda media ha sido de 40.694 euros, lo que supone un incremento del 12% respecto a la convocatoria anterior que fue de 36.344 euros. A nivel provincial, León lidera las inversiones en modernización de explotaciones de la Comunidad Autónoma con 196 beneficiarios (19,29 %), seguida de Valladolid con 181 (17,81 %), Palencia con 161 (15,85 %), Burgos con 147 (14,47 %), Zamora con 142 (13,98 %), Salamanca con 69 (6,79 %), Segovia con 44 (4,33 %), Soria con 39 (3,84 %) y Ávila con 37 (3,64 %).
Aquí hay que destacar que de los 1.016 beneficiarios, 120 han sido mujeres, el 11,81 % de los titulares de explotaciones beneficiados por la ayuda. Eso supone un incremento del número de mujeres beneficiarias del 9 % sobre la convocatoria del año anterior (las 110 mujeres que se incorporaron en esa representaban el 11,38 %).
De nuevo en referencia a la provincia, la moderzación de 161 explotaciones conlleva una inversión de 10.274.597 euros y la subvención concedida asciende a 5.637.568.
HASTA EL 16 DE MARZO. El 24 de diciembre se publicaron las nuevas convocatorias de ayudas a la incorporación de jóvenes agricultores y de inversiones en modernización de explotaciones, por un importe inicial de 17,7 millones de euros. De ellos 12,5 millones para la convocatoria de incorporación y 5,2 millones para la de inversiones en modernización. El próximo año, estos importes se ajustarán presupuestariamente a las necesidades de las solicitudes que se presenten, como se ha realizado en el presente ejercicio. El plazo de presentación de solicitudes estará abierto hasta el 16 de marzo. Las convocatorias mantienen las novedades introducidas en la de 2019 en cumplimiento de los compromisos adquiridos para la legislatura. En concreto, en la de incorporación de jóvenes sigue el incremento del importe de los gastos que no precisan justificación, que pasó de 20.000 a 25.000 euros. Estas ayudas están destinadas a apoyar la instalación de jóvenes agricultores, menores de 41 años, que accedan por primera vez a la titularidad de explotaciones agrarias, tanto en titularidad única como compartida (cónyuges), cotitularidad (padre-hijo) o fórmulas asociativas (cooperativas, sociedades agrarias de transformación, sociedades mercantiles…). Las ayudas a la primera instalación de jóvenes pueden alcanzar hasta los 70.000 euros, incrementándose además con las ayudas del primer pilar de la PAC hasta 81.000 euros.
Junto a estas ayudas, y como mecanismo de apoyo a las ayudas directas a la instalación y a las inversiones en modernización de explotaciones, la Junta cuenta con el Instrumento de Gestión Financiera Feader, que Castilla y León ha sido la primera Comunidad Autónoma en implantar en España. En este momento están registrados 23 expedientes en la medida de jóvenes, con un importe de préstamo de 4 millones, de los que se han resuelto favorablemente 17 por importe de 2,7 millones, habiéndose ya formalizado tres por 361.700 euros.
La Guía de ayudas para jóvenes, que está en constante actualización según surjan nuevas líneas de apoyo y oportunidades, muestra todas las medidas que ofrece la Junta para apoyar su incorporación al sector agrario o para que mejoren su explotación si ya están en él, La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural considera claro que los jóvenes tienen grandes oportunidades en la agricultura y la ganadería y que es necesario ayudarles para que asuman una importante responsabilidad: la producción de alimentos para la sociedad. Como recoge en su introducción, firmada por el consejero del ramo, Jesús Julio Carnero, «más de la mitad de la superficie de Castilla y León se aprovecha para la agricultura con un objetivo básico: la obtención de las materias primas necesarias para la alimentación. Hoy en día, ya no se puede hablar de un trabajo pesado, sacrificado y marginal. No, la realidad ya no es esa. Es una actividad profesionalizada, tecnificada, con más innovación y todo en un marco empresarial en el que se invierte para obtener cada vez más rentabilidad».