El papel recoge la labor de aquel que contribuyó a la expansión arquitectónica de Palencia, cuando la capital necesitaba de una regeneración urbana. Según asevera José Antonio González, autor del libro Fernando de Unamuno, arquitecto, «se trataba de uno de los mejores arquitectos españoles del siglo XX y es un gran desconocido».
Quizás las palabras de González sirvan para realzar la labor que desempeñó Fernando de Unamuno para la capital durante 35 años. Así, Mario Simón, alcalde de la capital, detalla que «fue uno de los redactores del Plan General de Ordenación Urbana del año 1956, que estaría vigente hasta 1996».
contenido. El libro es una monografía que habla de las vivencias y la trayectoria de Fernando de Unamuno, dividida en cuatro etapas: Su infancia y juventud en Salamanca, sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Madrid, sus relaciones socio-politicas y la generación de arquitectos de 1925, de la que formó parte.
El autor explica que, a través de la estructura que sigue el libro, pretende transmitir al lector la misma curiosidad que sintió cuando fue descubriendo la vida del arquitecto. De esta manera, la obra se plantea de modo que quien la lea recorra las experiencias de Unamuno y, finalmente, «conozca más sobre el urbanista y la persona». Así, González afirma que sus casi 250 páginas son «breves historias que, en último término, conforman a la persona».
El propio Simón afirma que «la ciudad debe mucho al trabajo y a la acción de este funcionario público». Con ello, el primer edil insiste en que el buen hacer del protagonista del libro puede verse «en elementos tan simbólicos para todos los palentinos como el palomar de Los Jardinillos, el refugio del monte El Viejo o el hospital provincial de San Telmo, entre otros».
Acto seguido, Ángeles Armisén, presidenta de la Diputación, recalca la labor del autor del libro, «quien también merece un reconocimiento, pues realiza trabajos de divulgación y ensayos en paralelo a su obra literaria y pictórica».
De esta manera, el trabajo del autor y del protagonista de su libro, fue reconocido en el salón de plenos del Ayuntamiento. De ambas obras podría decirse que, citando el escrito de González, «lo verdaderamente nuevo da miedo o, por el contrario, maravilla».