«Real, social e inversor». Así califica el alcalde de Barruelo de Santullán, Cristian Delgado, el presupuesto que ha proyectado para 2023. Las cuentas ascenderán a 2.200.000 euros, 241.000 más que en el ejercicio en curso -12,82 por ciento más-. «Son los presupuestos de la estabilidad», insiste el primer edil.
Las cuentas, condicionadas por la inflación, suben en «todos» los capítulos y estarán operativas el 1 de enero una vez que se aprueben en el pleno convocado para el 22 de noviembre. En este punto, el regidor invita a sus ciudadanos a hacer un ejercicio de memoria, pues cuando accedió a la Alcaldía en junio de 2019 «Barruelo llevaba sin presupuesto desde 2014, prorrogándolo año tras año». «La mejor herramienta para la estabilidad financiera de un Ayuntamiento es tener un presupuesto», añade.
Se incrementa el presupuesto, pero no a costa de los impuestos. Como muestra, el Ayuntamiento avanza a DP que congelará el IBI -recibo de la contribución- «por tercer año consecutivo», frente a legislaturas pasadas en las que aumentaba un 1 por ciento anual.
prioridades. El presupuesto contempla las prioridades del Consistorio tales como el asfaltado de calles con el apoyo de los Planes de la Diputación -entre ellas La Vía-, sustitución de ventanas en el colegio -se han invertido 60.000 euros en los tres últimos años- y mejoras en las juntas vecinales, con una dotación de 90.000 euros.
Destacan la rehabilitación de la antigua Escuela de Artes -1,9 millones de euros- y la modernización del alumbrado -600.000-.Ambos serán una realidad siempre y cuando lleguen fondos europeos al Ayuntamiento, como pudieran ser los Next Generation.