La reconstrucción del puente de Boadilla del Camino tras casi cinco años cerrado al tráfico por la existencia de un socavón ha sido un empeño personal del alcalde, Carlos José Saldaña, en los últimos meses. Lo ha hecho por amor a su pueblo, por mantener el patrimonio para las futuras generaciones, por potenciar el Camino de Santiago a su paso por la localidad y, también, para honrar, de alguna forma, la memoria de su bisabuelo, Emilio Mediavilla, quien lo mandó levantar siendo el regidor municipal en 1917 tal y como reza un hito de piedra colocado en uno de sus extremos.
Un puente centenario y jacobeo por el que desde ayer ya pudieron circular los primeros vehículos tras una inversión que ronda los 40.000 euros para la que el Ayuntamiento, además de fondos propios, ha contado con el respaldo de la Diputación y la Junta, dos administraciones a las que el primer edil agradece su apoyo al proyecto, pues se trata de una cantidad «muy elevada» para una localidad de apenas un centenar de habitantes. A ambas se suma la Junta Agraria Local, que ha mostrado su intención en colaborar en la restauración de un camino que discurre paralelo al puente.
De la obra se ha encargado durante las tres últimas semanas una cuadrilla de operarios de la empresa Francia del Egido, con domicilio social en otra localidad jacobea de la provincia, Carrión de los Condes. «Dos años peleando -desde que accedió al sillón de la Alcaldía en las elecciones municipales de 2019- por la reconstrucción del puente que por fin ha dado sus resultados. Estamos muy orgullosos de haberlo conseguido y muy satisfechos con el resultado final de la intervención», esgrime el alcalde.
Boadilla del Camino recupera su puente jacobeo centenario
Sin embargo, Saldaña no lo ha tenido nada fácil. Y es que en este ya largo camino de 24 meses se ha encontrado con varias trabas en Patrimonio, donde, según lamenta, no estaban conformes con la solución adoptada con el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD): un puente de un solo ojo y no de tres como el anterior, para mejorar la capacidad y evitar el desbordamiento de cara a posibles avenidas de agua en épocas de fuertes lluvias.
ABIERTO AL PEREGRINO
El principal problema que se daba hasta ahora en este punto de la localidad es que el puente da acceso a las tierras de labor de muchos agricultores del pueblo y es paso obligado para los peregrinos del Camino de Santiago que llegan hasta Boadilla desde la cercana localidad de Itero de la Vega.
«Los que venían a pie no tenían ningún problema, porque podían sortear el pequeño socavón que se había creado. El mayor contratiempo lo tenían los que lo hacían con algún tipo de vehículo (carros, por ejemplo), que debían desviarse por la carretera», puntualiza el regidor.
En este sentido, Saldaña asegura en declaraciones a este periódico que desde que finalizó el estado de alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez y se abrió el cierre perimetral entre comunidades autónomas, «cada vez vemos pasar a más peregrinos, aunque llegan en grupos pequeños», coinciciendo con el Año Santo. «Verles pasar de nuevo por el puente sin peligro alguno y junto al lavadero que restauramos recientemente nos produce una gran satisfacción», concluye el alcalde.