La plaza del Primer Marqués de Santillana de Carrión de los Condes se entregó recientemente a las pasiones de quince personas gracias al Centro de Desarrollo Rural (CDR) y la colaboración de un grupo de alumnas del posgrado en Pedagogía Verde impartido por Heike Freire. Este céntrico espacio de la ciudad jacobea fue el escenario de la Feria de Pasiones, que tuvo como objetivo compartir todo lo que da sentido a las vidas de las personas mayores y potenciar así su valoración social.
La última propuesta del CDR carrionés para «poner en el centro a las personas mayores» y tratar de desterrar el edadismo fue la Feria centrada en este colectivo, «que en la zona de Tierra de Campos y en Castilla y León es muy numeroso», explica Luisa Guerra, la psicóloga del programa Biocuidados del CDRcarrionés, un programa de innovación social para promover cuidados y apoyos de calidad, favorecer la permanencia en el hogar y evitar la institucionalización no deseada del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que, a nivel nacional, se lleva a cabo a través de la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (Coceder) con el objetivo «de intentar cambiar la mirada sobre los cuidados a nivel rural». «La actividad estaba enfocada a volver a mirar a las personas mayores y a ponerlas en un lugar protagonista». Se trata de un colectivo que conocen bien en esta institución, puesto que «son la mayoría de los usuarios con los que trabajamos». Por ello, la psicóloga, como conocedora de este problema, lamenta que, en líneas generales, «los mayores se están quedando en un segundo plano». «En muchos casos no se les da un rol social, no tienen un lugar de valoración y viven un poco aisladas», opina Guerra.
Las participantes, que atrajeron la mirada de numeroso público que se acercó hasta la plaza, mostraron sus intereses, sus saberes, sus experiencias y sus gustos. «En muchos casos estaban contribuyendo a la sociedad y están aportando», asegura Guerra tras comentar que la feria contó con diferentes puestos con actividades muy variadas.En todos los casos, las personas mayores se decantaron «por la actividad que les apetecía y les apasionaba». Era el principal requisito para tomar parte en esta cita. Ante esta situación, la variedad se adueñó de la plaza. Hubo mostradores de costura, bien de ganchillo, bien de máquina de coser; de cocina, donde se elaboraron buñuelos; de cosmética natural, que diseñó jabones naturales; de dibujo y de poesía, entre otros. Además, a lo largo de la mañana se unió más gente.«Si su ilusión se estaba mostrando, también tenían la posibilidad de quedarse allí», manifiesta la psicóloga.
La organización valoró satisfactoriamente el desarrollo de laFeria de Pasiones, que congregó tanto a usuarios habituales del CDR y como a otras personas que no habían participado con anterioridad en los eventos programados por esta asociación radicada en Carrión. «El balance de las participantes fue muy positivo», declara Guerra. De forma similar se expresó el público que se acercó hasta los puestos. «Para las personas que estuvimos en la feria fue muy bonito compartir ese día con ellos», concluye Guerra.