Un apoyo para el medio rural, la mujer y el medio ambiente

M.H. (SPC)
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PROVACUNO ha realizado, durante 2020 y 2021, un estudio sobre la realidad del sector del vacuno de carne que evidencia los beneficios de esta rama productiva para la naturaleza y los pequeños núcleos de población

Un apoyo para el medio rural, la mujer y el medio ambiente

La ganadería es un sector esencial para España. Crea empleo, fija población en el medio rural, provee de alimentos a la población, genera beneficios medioambientales innegables, tiene un peso considerable en el Producto Interior Bruto… Pero hay muchos tipos de ganadería y PROVACUNO, la Interprofesional de la Carne de Vacuno, ha realizado durante los últimos dos años un 'Análisis del sector vacuno de carne de España', la mayor y más exhaustiva radiografía realizada hasta la fecha, que permite conocer al detalle en qué punto se encuentra el sector y que servirá de guía para emprender acciones encaminadas a lograr una mejor vertebración y una mayor competitividad. Para ello ha utilizado dos fuentes de información: la primera procede del Ministerio de Agricultura, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), a quien se solicitó información sobre las explotaciones que tienen el vacuno de carne como orientación productiva mayoritaria; la segunda es una encuesta interna, realizada por los equipos técnicos de las organizaciones de la producción representadas en la propia organización interprofesional.

Las primeras cifras que emanan de este informe dicen que la actividad de producción de carne de vacuno se desarrolla en España en 110.469 granjas, que se reparten entre 88.528 granjas de vacas nodrizas, o de actividad mixta, y 21.941 granjas de engorde. El 86% de todas esas granjas tienen a personas físicas como titulares con una media de edad, como ocurre en muchas otras ramas agrarias, bastante envejecida: 58 años. De hecho, el 25% de las ganaderías son propiedad de personas con más de 65 años de edad, cifra que aumenta hasta el 42% si nos fijamos solo en las explotaciones de pequeñas dimensiones. La presencia de la mujer como titular alcanza una cifra media del 39,7%, pero aumenta, igual que en el caso anterior, en el caso de granjas pequeñas y medianas; esta cifra supera ampliamente el 28,6% que daba el Censo Agrario publicado hace unas semanas para el conjunto de todas las ramas ganaderas.

El informe también revela que en España tenemos granjas de vacuno de carne más bien pequeñas. Teniendo en cuenta que el tamaño se mide por Unidad de Ganado Mayor (UGM) y que una vaca equivale a una UGM y un ternero de más de seis meses (hasta los dos años) cuenta como 0,6, PROVACUNO destaca que el 24,1% de las granjas tienen menos de 10 UGM y solo el 1,1% tiene más de 400 UGM; las más abundantes, el 27,7%, cuentan con entre 20 y 50 UGM. Las explotaciones de vacas nodrizas, es decir, las que albergan madres para producir terneros, tienden a ser más pequeñas; de hecho, casi la totalidad de ese 24,1% que no llega a las 10 UGM son de este tipo. Por el contrario, todas las instalaciones que superan las 400 UGM son granjas de engorde, conocidas también como cebaderos.

Un apoyo para el medio rural, la mujer y el medio ambienteUn apoyo para el medio rural, la mujer y el medio ambienteLa Ley 45/2007 de Desarrollo Sostenible del Medio Rural clasifica a los municipios como urbanos o rurales según su población y el informe revela que el 87% de las explotaciones de vacuno de carne están instaladas en esto últimos, aunque llama la atención que las de menor tamaño tienden a situarse en municipios urbanos. En cualquier caso, el 29% del total se asientan en municipios clasificados con grave riesgo de despoblamiento (menos de 5.000 habitantes y menos de 8 habitantes por kilómetro cuadrado) y el 10,7% en municipios con riesgo de despoblamiento, lo que da una idea de la importancia que tiene este tipo de ganadería para muchos pequeños pueblos españoles. En esas zonas con riesgo de despoblamiento el papel de la actividad del vacuno de carne es esencial, tanto desde el punto de vista económico como social o medioambiental. Este hecho queda demostrado con los datos obtenidos de la encuesta: el 91% de los ganaderos vive en la comarca donde se ubica su granja y el 77% de las compras que efectúan los productores se realizan en esas zonas.

En cuanto al modelo de manejo, se trata de una mezcla de ganadería extensiva e intensiva, de manera que ambos sistemas se complementan. Lo normal es que las vacas nodrizas estén libres, en la mayor parte de los casos durante todo el año, y se alimenten de pastos que pueden suplementarse con piensos u otros forrajes en momentos puntuales si es necesario; incluso un 10% de las ganaderías siguen practicando la trashumancia para poder aprovechar completamente los recursos que ofrece la naturaleza. Esas vacas paren en el campo (controladas por el ganadero, por supuesto) y los terneros están con ellas hasta que alcanzan los 200 kilos de peso más o menos (depende de la raza o el sexo del animal, entre otros condicionantes), momento en que son trasladados a los cebaderos, que pueden ser propiedad del mismo ganadero o de otro diferente. Estos terneros serán sacrificados con entre 400 y 550 kilos, cuando rondan más o menos el año de edad, aunque esto no es una ciencia exacta y depende del mercado y otras circunstancias.

También cabe la posibilidad de que alguna de las terneras no vaya al cebadero y se quede en la explotación de nodrizas para sustituir a las madres que hayan podido causar baja por el motivo que sea. Y otra excepción, en este caso en los cebaderos, es la llegada de terneros procedentes de granjas lácteas, que venden las crías para aumentar la rentabilidad; estos ejemplares llegan a las instalaciones de engorde mucho más jóvenes que los anteriores, con apenas un mes de vida. En estos lugares se les alimenta con pienso, que se complementa con forrajes, paja de cereal o ensilados para aumentar la cantidad de fibra.

Por lo que se refiere al manejo del estiércol, en el caso de las nodrizas en extensivo las deyecciones de las vacas sirven para abonar los propios pastos de los que se alimentan, por lo que no requiere de ninguna atención. Es en los cebaderos donde el ganadero tiene que ocuparse de este asunto. Tanto en el caso de estiércol sólido como cuando es líquido, en tres cuartas partes de los casos es el propio responsable de la granja quien se encarga de aplicarlo al campo, aprovechando así un recurso único que permite fertilizar, enriquecer el suelo con materia orgánica y, al mismo tiempo, minimizar el uso de sustancias químicas.

El medio ambiente.

Un tercio de las explotaciones de vacas nodrizas tiene a sus animales pastando en zonas con algún tipo de protección ambiental, lo cual ilustra el importante papel que juega este tipo de ganadería para la conservación de esos espacios naturales. Aparte de fertilizar los montes, realizan una impagable labor de desbroce que beneficia a toda la sociedad al limitar la cantidad y la intensidad de los incendios forestales, que últimamente han asolado muchos miles de hectáreas por toda España. De hecho, la mayor parte de los ganaderos perciben la reducción de fuegos en las zonas pastadas respecto a aquellas donde no hay animales. Pero no solo las vacas realizan un trabajo en favor del medio: los responsables de las explotaciones, en general, son conocedores de la fauna que habita el lugar y muestran preocupación por su conservación.

El uso de la energía en las explotaciones va cambiando. Un 9% ya incorpora métodos de autoabastecimiento, principalmente placas solares fotovoltaicas, y en menor medida también calderas de biomasa. Además, más del 90% de las granjas hace recogida selectiva de residuos, con especial atención al papel, cartón y plásticos. La mitad de los productores tienen contratos con gestores de residuos.

En lo que respecta al futuro de este tipo de ganadería, las impresiones de quienes mejor la conocen, los propios ganaderos, están divididas. Mientras que un 57% de ellos cree que es un modelo productivo viable, el otro 43% piensa lo contrario, principalmente a causa de la presión administrativa y la escasa rentabilidad. El 32% de los ganaderos mayores de 60 años tiene previsto el relevo generacional dentro de su familia, el 18% piensa que cerrará la granja una vez se jubilen y el 7% de estos ganaderos prevé un relevo generacional con personas de fuera de la familia; el restante 43% de estos mayores de 60 no tiene nada previsto por el momento.

Lo que está claro es que se trata de un oficio claramente vocacional, solo apto para quien está convencido de poder hacerlo, como prueba este dato: los ganaderos disfrutaron de una media de 5,4 días de vacaciones en el año 2019, aunque hay muchos de ellos que no pudieron tenerlas. En los últimos cinco años la media de disfrute vacacional ha sido de 11 días, algo que en otras profesiones sería impensable.

Durante la presentación del informe este lunes en Madrid, Eliseo Isla, presidente de PROVACUNO, destacó que «España no es Argentina, España no es Brasil, ni Estados Unidos, ni Australia. España no es mejor ni peor, pero sí diferente, como también es diferente nuestro modelo de producción», aludiendo a que, en España, el vacuno de carne no deforesta, pero sí previene incendios, no sabe lo que son las «macrogranjas» y es uno de los mejores aliados para mantener los pueblos vivos, puesto que, según Isla, «esta sí es la realidad del sector del vacuno de carne en España».

El documento se enmarca en los trabajos propuestos dentro de la estrategia 'Vacuno de Carne Carbono Neutral 2050' de PROVACUNO, cuyo objetivo es avanzar hacia la neutralidad climática del conjunto de la cadena de valor. El estudio presentado es la base para priorizar las medidas de formación, innovación e investigación de los próximos años, dentro del plan de la Interprofesional para adaptar sus producciones al cambio climático y contribuir a su mitigación.

 

Hasta en Japón.

PROVACUNO estará toda esta semana junto a las empresas del sector en Japón. Hasta el día 25 realizarán diversas actividades comerciales para incrementar los contactos con importadores y compradores de nuestro producto en este importante mercado. Y es que Japón, desde su apertura a la carne de vacuno española en 2019, se ha convertido en uno de los principales destinos de nuestras exportaciones a terceros países, alcanzando en 2021 la cifra de 1.200 toneladas. El país asiático es un gran importador de carne de vacuno debido a que su consumo es de 1.350.000 toneladas al año y, sin embargo, la producción anual apenas alcanza las 475.000 toneladas. Esta situación lo convierte en un mercado muy atractivo para nuestras exportaciones de carne de vacuno, ya que los nipones buscan carne de calidad como la que se produce en España.

Entre otras actividades programadas, PROVACUNO y sus empresas presentarán sus productos en la feria JFEX FOOD de Tokio, mostrando las cualidades de la carne de vacuno española y las particularidades del proceso de producción, basado en el sistema de control más riguroso del mundo: el modelo de producción europeo. Esta actividad promocional se encuentra cofinanciada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.