A la búsqueda de un inquilino nada habitual

Jesús Hoyos
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Bomberos y Policía Local peinan las inmediaciones de la calle Lope de Vega para encontrar una boa constrictor de más de dos metros que escapó de la vivienda de su propietario el martes

Imagen de archivo ofrecida por su propietario de la boa, dentro de su terrario, que se escapó de un domicilio de la capital.

Que la gente esté tranquila porque no es peligrosa. Es el principal mensaje que lanza el propietario de la boa constrictor que escapó de su vivienda el pasado martes y causó el despligue de Policía Local y bomberos para su búsqueda, hasta el momento infructuosa.

«La serpiente, que tiene mucha fuerza, consiguió romper la cerradura del terrario y salió por una ventana que estaba abierta para ventilar», explica a Diario Palentino J. R. G., de 26 años, quien adquirió el animal en una tienda especializada en reptiles de León cuando estudiaba allí hace seis años.

«La serpiente está en regla, tiene todos sus papeles. Ha sido comprada de manera legal y criada en cautividad», afirma. La Policía Local confirmó que la documentación está en regla y acreditada. «Además, vinieron  a casa, inspeccionaron el terrario y vieron que en ningún momento fue una negligencia mía. Yo lo tenía con sus cerraduras y la serpiente, en principio, no puede salir», subraya. «Puede ser un defecto del terrario, que la cerradura o el mecanismo estuvieran mal. Yo me encontré con que la tapa se había soltado», recuerda.

El terrario, por cierto, reproduce, de manera artificial, las condiciones de un hábitat específico para crear el ambiente ideal para el reptil. El propietario aclara que se trata de una serpiente arbórea y que, «como mucho, podría estar en algún balcón, pero creo que está en el tejado». Precisamente es el último lugar donde fue vista.

 En concreto, se trata de un boa constrictor imperator de dos metros de largo y unos diez centímetros de diámetro en su zona más gruesa. A pesar de estas dimensiones, su dueño insiste en que la gente no debe asustarse. «No es venenosa, no es peligrosa. No tiene por qué hacer nada si no se la manipula mal al cogerla o se siente amenazada porque está muy rodeada de gente», explica. En ese caso, sí podría usar la boca para morder, pero sin veneno. «Lo de enroscarse alrededor de un cuerpo solo lo hace para comer. Y no se va a comer bebés si por casualidad entra a una casa por la ventana», aclara.

«Cada vez que paso por mi calle, me fijo en los balcones porque subió al tejado. Estará enrrollada en un sitio, allí se queda tranquila y no hace nada», comenta su dueño.

«Sin comida puede aguantar mucho tiempo. En el caso de que no se encuentre, el invierno no lo supera. Es una especie tropical y, para ella, 20 grados ya es frío. No hay posibilidad de que se convierta en una especie invasora, es imposible», explica.

El dueño de la serpiente entiende que se trata de un animal que «puede dar miedo», pero quiere tranquilizar a la población. «No es peligrosa. Si alguien la ve, que dé el aviso», añade.

Especie exótica. «La compré siendo muy chiquita, medía treinta centímetros. Su esperanza de vida, en cautividad, puede superar los veinte años», explica su propietario, que no tiene ningún animal exótico aunque revela que «hay mucha gente que los tiene en la ciudad. Es bastante común».

Añade que, para tener una especie de estas características en casa, se debe aportar una documentación que certifique su cría en cautividad y que ha sido comprada en una tienda oficial. «Es decir, que no ha sido adquirida en el mercado negro», aclara. En Castilla y León también existe un registro de animales exóticos, «algo relativamente nuevo».

En definitiva, los papeles «te dicen el tipo de serpiente que es, su año de nacimiento, lugar de compra y número de serie».

Los dueños habitualmente bautizan a sus mascotas. Pero, con esta boa, no es el caso.  «Mucha gente me pregunta por eso, pero no es un perro que te vaya a saludar o responder», comenta.

La boa constrictor imperator es una subespecie propia de las regiones tropicales y subtropicales de México, Centroamérica y el norte de Sudamérica.

Habita en varios tipos de espacios entre los que se encuentran zonas desérticas, bosques tropicales, bosques nubosos, matorrales y también en campos de cultivo. Se puede alimentar de pequeños mamíferos, como ratas, ratones y conejos, según los expertos.

Bomberos. El dueño añade la posibilidad de que «haya podido bajar por el aliviadero del agua y hasta llegar al alcantarillado». Es la misma hipótesis que barajan los bomberos.

«Hay un sitio por donde podría haber escapado: una bajante que va a dar a un colector en la calle. Es difícil porque es un animal de tamaño considerable. Se revisó todo el edificio y los entornos de los edificios aledaños, junto a sus cubiertas», declara Jorge Toral, técnico en prevención del cuerpo de bomberos.