El presidente de Vox, Santiago Abascal, instó hoy al PP a "asumir la realidad como es y pactar con Vox" para impedir que la izquierda pueda llegar a gobernar en Castilla y León. Durante el acto de campaña celebrado en la playa del Ayuntamiento de Ponferrada, el líder nacional de la formación reclamó el voto para Vox como método para "condicionar el gobierno de la Junta" ante un PP "acobardado" al que reprochó que "promete mil medidas cuando ha gobernado más de 30 años".
En ese sentido, Abascal calificó de "chantaje" la amenaza de los 'populares' de repetir las elecciones autonómicas si no alcanzan la mayoría absoluta en las elecciones del próximo domingo. "Al PP no le apetece nada gobernar con Vox y a a nosotros tampoco nos apetece nada gobernar con el PP, pero el pueblo es soberano y si no obtenemos la mayoría absoluta tendremos que apoyarnos en alguien. Son ellos quienes tienen que decir con quién van a pactar", señaló.
En la misma línea, avanzó que su partido no apoyará una propuesta de investidura que plantee la dicotomía entre "o la izquierda o nosotros". "Si creen que hemos llegado hasta aquí para ceder a un chantaje es que no nos conocen, pero nos van a conocer", apuntó el líder de la formación de ultraderecha, que apeló a la necesidad de alcanzar acuerdos programáticos. "No queremos 500 carguitos, queremos un cambio de rumbo real", apostilló.
Al respecto, Abascal criticó el sistema autonómico como un modelo de organización política que "premia a los desleales y traidores" mientras resulta "muy perjudicial para las tierras más leales" y reclamó la puesta en marcha de un modelo distinto que haga frente al "suicidio demográfico" y que aborde problemas como la desindustrialización o la despoblación "sin alentar al localismo".
En ese sentido, el presidente de Vox reprochó a los "políticos progres que ofrecen falsos paraísos" que hayan apostado por resolver el problema de la natalidad "llenando los pueblos con inmigrantes". "Nosotros elegimos natalidad nacional frente a una inmigración ilegal y masiva", apuntó el líder de la formación de ultraderecha, que receló de recetas que pasan por "trasplantar a unos señores, normalmente hombres, que viven en África y ponerlos aquí".
Por otro lado, Abascal criticó que el anuncio del Gobierno respecto a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) se produzca a tres días de las elecciones autonómicas y acusó a los "sociatas facinerosos" de querer utilizar este aumento para recaudar más impuestos. "El PSOE es una peste para España", apuntó el líder de Vox, que reprochó a los socialistas que pacten "con los corruptos que quieren romper el país".
Contra el "consenso progre" de la Agenda 2030, Abascal defendió una "Agenda España", basada en principios como la unidad nacional, la propiedad privada y la "libertad frente a las leyes totalitarias de memoria histórica y de género". Al respecto, señaló que este programa defiende "la igualdad territorial destruida por el estado de las autonomías".
Con su presencia en Ponferrada, el líder nacional del partido pretende dar impulso a la candidatura de Juan García-Gallardo a la presidencia de la Junta. "Lo que necesita España son más gallardos y menos rufianes", ironizó Abascal.
Por su parte, García-Gallardo destacó que las prioridades de su formación pasan por "devolver la familia al centro de todas la políticas" y citó los ejemplos de Polonia o Hungría como países que apuestan por la natalidad. "Las madres son las verdaderas heroínas de la sociedad", resumió. La defensa "sin reservas" del sector primario y la eliminación de "duplicidades y chiringuitos" son los otros dos grandes ejes de la candidatura de Vox, explicó García-Gallardo, que criticó la existencia de un sistema autonómico que crear "fronteras inexistentes entre ciudadanos de primera y de segunda".
En clave electoral, el candidato de Vox emplazó al candidato del PP, Alfonso Fernández Mañueco, a "aceptar la realidad de los hechos" y a reconocer que "no tiene alternativa" entre el apoyo de Vox o el de "el Partido Socialista de Bildu". "Aclárese, deje de engañarse a sí mismo y a los ciudadanos", remachó.
El acto electoral, celebrado entre una importante presencia policial y con asistencia de unas 500 personas, según fuentes policiales, se vio salpicado por un altercado sin mayores consecuencias entre simpatizantes de la formación y un grupo de jóvenes que se presentó en la plaza del Ayuntamiento para increpar las consignas lanzadas por Abascal desde la tribuna. La intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad evitó que el incidente fuera a más.