El juzgado de Cervera de Pisuerga dictó el 21 de junio un auto en el que decreta la reapertura de actuaciones y la práctica de diligencias en el caso de la desaparición de Virginia Guerrero y Manuela Torres, dos jóvenes de 14 y 13 años a las que se perdió la pista en 1992, las conocidas como niñas de Aguilar.
La decisión del tribunal cerverano se basa en el testimonio que una espectadora del programa de televisión Viva la vida prestó a la Guardia Civil al conocer la historia de Virginia y Manuela. Concretamente, puso en conocimiento de la Benemérita que a ella y su amiga les ocurrió una situación parecida. Cuando esperaban a coger un taxi para regresar a casa, un hombre se ofreció a llevarlas en su coche. Durante el trayecto, se percataron de se habían desviado de su destino, por lo que una de ellas agarró el volante para dirigirse a la cuneta y, de este modo, abandonar el coche huyendo. Tenían 15 años y se habían escapado de casa.
CyLTVNoticias contactó ayer con el criminólogo Ramón Chippirrás, quien aseguró que «hay una persona sospechosa, entre comillas, en base a la declaración de esta nueva testigo que aparece», que «el juzgado la tiene totalmente identificada» y que «ahora habrá que constatar si tiene relación con los hechos de Manuela y Virginia, puesto que las coincidencias son casi al 99,9%». Por el momento, no se ha detenido a ninguna persona.
Desmentido. El auto del juzgado de Cervera desmiente y contradice las declaraciones de la Subdelegación del Gobierno en Palencia, quien con la información facilitada por la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia, negó en las últimas horas y hasta en tres ocasiones que existiese investigación alguna en marcha ordenada por el juzgado, tal y como dos medios nacionales, El Mundo y Vertele, publicaron durante el fin de semana.
La primera vez que desde la Subdelegación se informó a este periódico de que la Guardia Civil aseguraba que «todo era mentira» fue el domingo por la tarde, lo que motivó la información publicada ayer por Diario Palentino con el titular de La Guardia Civil desmiente nuevas investigaciones sobre el caso de las niñas de Aguilar.
La segunda fue a las 10,38 horas de ayer, cuando tras la reunión de la Junta de Seguridad, el propio subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel, se puso en contacto con este periódico para informar de que, según le había trasladado en ese órgano la propia Guardia Civil, efectivamente «no existía orden alguna por parte del juzgado de reabrir la investigación» ni se «ha detenido o está investigando oficialmente a nadie», aunque la Benemérita siempre analiza cualquier «indicio» que pueda arrojar luz sobre el caso.
La tercera y última, antes de que este periódico lograse confirmar la existencia del auto del juzgado de Cervera, fue pasadas las 12 de la mañana, cuando de nuevo citando a la Guardia Civil, desde la Subdelegación del Gobierno se aseguraba que «ni hay autos del juzgado ni se ha detenido a nadie». Ni la Comandancia de la Guardia Civil ni la Subdelegación del Gobierno han explicado los motivos por los que han ofrecido información falsa sobre este tema.
Desde luego, no han ayudado a calmar la «dura espera» de las familias de Virginia y Manuela. Emilio Guerrero, hermano de la primera, explicaba ayer a CyLTVNoticias que siguen «esperando y lidiando con la incertidumbre». «Vamos a ser cautos y tener paciencia, que no es fácil», declaró.