La catedral de Sevilla será escenario el 18 de junio de la beatificación de 27 mártires dominicos del siglo XX . El Santo Padre Francisco aprobó el reconocimiento de la Iglesia de estos frailes en diciembre de 2019 tras ser perseguidos y represaliados en Almagro (Ciudad Real) y en Almería. Un total de seis son palentinos y proceden de Castromocho, Becerril de Campos, Fuente Andrino, Revilla de Collazos, Villaherreros y Amusco.
Natalio Camazón Junquera, sacerdote, procedía de Castromocho, donde nació el 1 de diciembre de 1873. Su primer destino fue Almagro, siendo conventual de Sevilla, donde ejerció como catequista, y en Cádiz. Se le martirizó a los 62 años y sus reliquias se hallan en Sevilla.
Antonio Trancho Andrés, sacerdote nacido en Becerril de Campos el 9 de diciembre de 1900, tomó el hábito el 23 de septiembre de 1917 y desde 1926 en Almagro fue profesor de apologética, teología moral y bibliotecario. Le dieron muerte a los 36 años y sus reliquias fueron a Sevilla.
Ovidio Bravo Porras, hermano cooperador, nació en Fuente Andrino el 29 de abril de 1908 y tomó el hábito el 29 de junio de 1934. Lo ejecutaron a los 28 años y sus reliquias se hallan en Santo Tomás de Sevilla.
Santiago Aparicio López, profeso estudiante nacido el 24 de septiembre de 1913, hizo la profesión solemne en 1934. Murió asesinado, a los 22 años, en Manzanares (Ciudad Real), el 8 de agosto de 1936 y sus restos no han podido identificarse.
José Garrido Francés, sacerdote, nació en Villaherreros el 11 de octubre de 1893. Instituido Prior de Almagro en 1931, defendió los derechos de la religión contra los marxistas. Le asesinaron a los 42 años, en Miguelturra (Ciudad Real) el 30 de julio de 1936. Sus reliquias se veneran en Sevilla.
Juan Aguilar Donis, sacerdote, nació en Amusco el 1 de junio de 1886. Fue profesor de Humanidades en Almagro y, ya en Almería, torturado en la comisaría de policía. Le asesinaron con 50 años y sus reliquias reposan en la bóveda de los frailes dominicos, en el cementerio en la ciudad almeriense