El viernes 8 de enero falleció por culpa del coronavirus Jacinto Calvo, de 59 años y vinculado al barrio capitalino del Cristo. Fue el primer trabajador sanitario que falleció en Palencia por culpa de la pandemia y sus compañeros quisieron que su muerte no cayera en el olvido. Todas las víctimas son sentidas, pero la de Jacinto ha sido una de las más lloradas en plena tercera ola de la pandemia.
Jacinto era conductor de ambulancias, con base en San Telmo, para Emergencias 112 al servicio de la empresa Ambuibérica, y tras su despedida en el Tanatorio de Palencia sus compañeros de trabajo le brindaron un emotivo homenaje póstumo al acudir con sus vehículos y hacer sonar sus sirenas en el marco de un sentido reconocimiento.
«En marzo hubiéramos cumplido 12 años como compañeros en las ambulancias. Nos da mucha rabia que haya tenido que fallecer un compañero para demostrar que estamos en primera línea del Covid-19 y que aún no tenemos el reconocimiento profesional como técnicos en emergencias sanitarias (TES)», aseguraba en su momento y en declaraciones a Diario Palentino Mónica Pérez, su compañera del servicio. Mónica recordaba con enorme pena que Jacinto ingresó el día 10 de diciembre en una planta del complejo hospitalario tras infectarse con el virus y, dos días después, fue trasladado hasta la UCI donde permaneció hasta su muerte.
«Era un hombre deportista, sano, que ni fumaba ni bebía. No sufría de patologías previas, pero, con todo, no pudo vencer al Covid-19. Es un claro ejemplo de que estamos ante una pandemia muy seria y grave», apuntaba Mónica Pérez, quien aprovechó la ocasión para lamentar que la sociedad les siga considerando todavía «meros transportistas y no como técnicos en emergencias sanitarias, que en realidad es la categoría profesional que debemos poseer».
CUALIFICACIÓN PROFESIONAL. «Es muy triste que haya tenido que ocurrir esto para que nuestra voz se haga oír», pormenorizaba Mónica, cuya cualificación profesional actual es la de camillera. Ella y su malogrado compañero pertenecen a un sector que en Palencia engloba a unos 130 profesionales, que no solo atienden las emergencias sanitarias, sino también participan en el traslado de enfermos y dependientes para consultas y tratamientos hospitalarios.
«Estamos siempre en primera línea con el coronavirus merodeando porque no hay que olvidar que el primer contacto del paciente es precisamente con nosotros porque somos los que realizamos el traslado desde sus domicilios a los centros sanitarios. Desde que se inició la pandemia, un buen número de compañeros ya se ha contagiado en todas las bases de Palencia. Aunque la peor parte se la ha llevado Jacinto», recordaba Mónica Pérez.
Jacinto Calvo, muy querido dentro de su sector y en el servicio sanitario hospitalario, se ha marchado, «pero su memoria perdurará para siempre», apuntaba su compañera profesional.
EL PRIMERO EN SALIR DE LA UCI. Y mientras Jacinto representó la cruz para los sanitarios afectados, Primi, un celador de 62 años de edad, fue la cara al convertirse el 22 de abril en el primer sanitario contagiado de coronavirus que abandonó la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Río Carrión de Palencia. El martes 21 de abril fue extubado y al día siguiente subió a planta. Una victoria del equipo sanitario del Caupa que se celebró por todo lo alto. Por lo demás, actualmente 167 sanitarios se encuentran en seguimiento después de haber dado positivo a la enfermedad. De los 2.928 profesionales sanitarios que operan en Palencia, 615 han dado positivo, el 21%.
Primer preso muerto enLa Moraleja de Dueñas
El viernes 12 de febrero fue una jornada negra en cuanto a la mortalidad por Covid en el complejo hospitalario. Según informó el Gobierno regional, en aquella jornada se notificaron un total de siete fallecimientos en las instalaciones sanitarias.
Se trataba de la segunda cifra más alta de muertos por Covid-19 desde el inicio de la crisis sanitaria después de que el 30 de enero se contabilizaran 8 fallecimientos, hasta el momento el récord de la pandemia. Jornadas de seis fallecimientos se habían constatado en tres ocasiones (5 de febrero, 26 de enero y 6 de diciembre), mientras que cinco muertes también se registraron en tres jornadas: 2 de noviembre, 3 de abril y 30 de marzo. Como se puede apreciar en esta estadística, pese a los rigores de la primera ola, que conmocionó a toda la humanidad, en Palencia los peores registros en cuanto a mortalidad han tenido lugar en la segunda y tercera ola de la pandemia, respectivamente.
Por lo demás, uno de los siete fallecimientos registrados en correspondía a un interno del centro penitenciario de La Moraleja de Dueñas que se encontraba en la UCI del complejo hospitalario, el primer fallecido de esta institución desde que comenzó la presente crisis sanitaria.