José María Atienza ha escrito su primera novela, Un lugar llamado Adda, que cuenta con 428 páginas y está inspirada en la provincia. Mezcla el costumbrismo de la época de los siglos XVIII y XIX y diferentes acontecimientos históricos. La presentación del libro tuvo lugar en la localidad de Villada el pasado 7 de agosto en un evento dirigido por los periodistas Alejandro Alonso y Raquel Godos. También hay un aporte audiovisual que recrea los últimos años del Antiguo Régimen y el comienzo de la Guerra de la Independencia en la provincia, y que se puede ver en el blog Telón de Letras.
Al autor le vino la inspiración para escribir esta hisoria cuando se encontraba trabajando con menores extranjeros no acompañados en Melilla en el año 2019. Aunque estudió el Grado de Derecho en la Universidad de Valladolid, actualmente trabaja en la Confederación de Personas con Discapacidad Física, además de como cooperante y voluntario. Explica a Diario Palentino que «llegó un momento en el que necesitaba una vía de escape «a partir de que leí un libro de Ángel Casas, me anime a buscar mis raíces y decidí escribir este libro», detalla.
El escritor ha decidido realizar una novela con una trama de ficción ambientada a finales del siglo XVIII y principios del XIX y que abarca hasta el final de la Guerra de Independencia. Narra la odisea que vive el personaje principal, Samuel Torbado, que tras un viaje de más de 7.000 kilómetros se hace con una casa en el corazón de Castilla. El libro está basado en hechos reales, por lo que ha tenido que hacer una recopilación de datos detallada que ha encontrado a través de diferentes vías que narraban los sucesos que ocurrían en la provincia y en la capital. Piensa que con este libro surge una oportunidad para que la gente se acerque a los pueblos mencionados en el libro para conocerlos y, de este modo se impulse el turismo.
El título que ha puesto a la obra «tiene que ver con el pueblo de Villada y sus raíces etimológicas». La historia tiene dos personajes principales, Samuel Torbado y Adela. Con el primero, quiere reflejar la importancia que tienen en las personas sus raíces. Mientras que atreves del segundo, quiere representar la fuerza que cobran los personajes femeninos.
«La afición a escribir la he adquirido viajando, ya que yo siempre llevo mi libreta y voy escribiendo historias que me vienen a la mente cuando tengo un rato de descanso y de esta manera también puedo desconectar un poco de mi vida diaria», añade Atienza.
Hasta el momento, el escritor, está contento con la venta de su libro, «pero para las personas que estén dudando si comprarlo les diría que se dieran el capricho de leer sobre la historia que nos incumbe a todos para que conozcan mejor sus raíces». Uno de los autores que lee con frecuencia es Noah Gordon, y «en el libro, hay reflejados diferentes estilos».
Cuando terminó su primer libro, se quedó con ganas de escribir y actualmente está a punto de publicar su segunda obra Creí que pandemia era Dios en el que se habla de la lucha entre el pueblo vacceo y el romano y que está ambientado en la II Guerra Púnica.