Monarcas que vienen y 'se van'

Javier de la Cruz
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Todos ellos, salvo Carlos IV, visitaron Palencia cuando gozaban del favor popular

Monarcas que vienen y 'se van'

Es posible que pocos imaginasen al actual rey emérito exiliado, fuera de su país, tras haber contado con un gran reconocimiento popular e internacional. Pero, por mucho que nos pueda parecer un hecho inusual, lo cierto es que para los monarcas españoles del periodo contemporáneo el exilio fue algo habitual. Aprovechando este hilo conductor haremos un recorrido por los monarcas desde 1808 hasta la actualidad, poniendo de manifiesto los factores que les condujeron al exilio (cinco de los siete monarcas) y sus visitas a la provincia de Palencia. De ahí el título Monarcas que vienen y ‘se van’. 

CARLOS IV Y FERNANDO VII

Hasta el reinado de los Reyes Católicos, la monarquía había sido una institución inestable, fruto de las pugnas familiares. Los conflictos solían solucionarse con la muerte del rival (bien de forma natural o por acciones bélicas) o su encarcelamiento. El exilio no solía ser una opción. 

Monarcas que vienen y 'se van'Monarcas que vienen y 'se van'Desde los Reyes Católicos hasta 1808, con las monarquías de los Austrias y los Borbones, hubo un periodo de tranquilidad, salvo el derivado de la sucesión de Carlos II, sin descendencia, último Austria, quien cedió la corona a la dinastía de los Borbones, dando lugar a la conocida como guerra de sucesión. 

Esta tranquilidad se vino abajo en 1808, cuando Napoleón intentó enseñorearse de Europa. En España gobernaba entonces Carlos IV, cuyas relaciones con su hijo Fernando VII no eran precisamente cordiales. De hecho, Fernando VII intentó destronar a su padre y lo consiguió en el segundo intento, en el conocido como motín de Aranjuez. En él se destituye y encarcela a Godoy, primer ministro de Carlos IV. El rey, ya anciano, enfermo y cansado abdicó en Fernando VII.

Pero en la pugna entre padre e hijo intervino una tercera persona, Napoleón, a quien no le gustaba el cambio de monarca, ya que Carlos IV era más manejable y dócil que Fernando VII. Por ello convocó a la familia real española en Bayona, donde consiguió que Fernando devolviese la corona a su padre quien, a su vez, la había cedido el día anterior a Napoleón. Tras estos hechos Carlos IV se exilió primero en Francia y luego en Italia, no regresando nunca a España, entre otras cosas, porque su hijo Fernando no se lo permitió. Murió en el exilio el 19 de enero de 1819.

Monarcas que vienen y 'se van'Monarcas que vienen y 'se van'Derrotado Napoleón y recuperada la corona española, Fernando VII, aunque no sufrirá el exilio, tuvo un gobierno azaroso. Rey absolutista, tuvo que aceptar, durante algunos periodos de su reinado, la existencia de un régimen constitucional, que limitaba su poder. A la vez, algunas concesiones que hizo a los liberales provocaron que los más absolutistas cuestionasen su reinado. Tenía, pues, enemigos en ambos lados. Por ello se hizo un esfuerzo continuo por mejorar su popularidad para atraerse el fervor y apoyo del pueblo, siendo uno de los reyes más viajeros. 

Uno de estos viajes, el de 1828, de casi un año de duración, le trajo a Palencia a donde llegó el 16 de julio, tras haber hecho noche en Torquemada, permaneciendo en la ciudad cinco días. La población le acogió con cariño y muestras de entusiasmo y la ciudad se volcó en los festejos y manifestaciones a favor del rey. Pero la visita dejó una enorme deuda municipal, de la que la ciudad tardó en recuperarse. Las actas municipales de esos días y de los previos, dan todo lujo de detalles sobre los gastos ocasionados y los festejos desarrollados, así como de los nulos beneficios obtenidos para la ciudad, que no vio atendidas sus demandas.

ISABEL II

Monarcas que vienen y 'se van'Monarcas que vienen y 'se van'Fernando VII falleció en 1833 y le sucedió su hija Isabel II, quien se vio obligada a abrazar el liberalismo y aceptar la Constitución, ante el reclamo del trono por parte del infante don Carlos, su tío, defensor del absolutismo y origen de las llamadas guerras carlistas.

Siendo aún Isabel una niña, la ciudad de Palencia decidió dar su nombre al parque que, con el tiempo, se convertirá en insignia de la ciudad: El Salón de Isabel II. El acuerdo se adoptó en el Ayuntamiento el 14 de marzo de 1840 fijando el edicto municipal a la entrada del parque.

Más adelante, ya como reina, Isabel II visitó la ciudad, aunque su estancia fue muy breve. No era más que una parada para descansar de un viaje más largo. Llegó a la ciudad el 13 de julio de 1861 a las 18,00 y partió dirección Burgos al día siguiente a las 15,30. A pesar de la brevedad de la estancia, tuvo tiempo para asistir a misa en la catedral, recibir besamanos, hacer un recorrido en coche por la ciudad y ver una colección de fuegos artificiales. La decoración, festejos y agasajos supusieron un gasto de 120.000 reales, una cantidad nada despreciable para tan poco tiempo.  

Monarcas que vienen y 'se van'Monarcas que vienen y 'se van'Durante su reinado, las elecciones al Congreso de los Diputados estaban manipuladas, como ocurrió a lo largo de todo el siglo XIX. La victoria era siempre para los liberales moderados. Los liberales progresistas tuvieron que recurrir, para poder gobernar, a pronunciamientos militares.

Esta supremacía de los moderados hizo que los progresistas, junto con el republicanismo naciente, se alejasen de la monarquía y firmasen, en 1866, el llamado Pacto de Ostende, cuyo objetivo era redefinir el futuro político del país, y poner fin a la monarquía de Isabel II. Ese pacto dio origen a la revolución de 1868, conocida como La Gloriosa, y supuso el exilio de Isabel II en Francia, donde permaneció hasta su muerte en 1904. Sólo regresó a España para ser enterrada en El Escorial. Antes, en 1870, había abdicado en favor de su hijo, el futuro Alfonso XII. 

 

AMADEO I DE SABOYA

La marcha de Isabel II abrió un debate sobre el futuro modelo político del país, discutiéndose, por primera vez, si España debía ser una monarquía o una república. Finalmente se impuso la opción monárquica, surgiendo la necesidad de buscar un rey. La vuelta de Isabel II era inviable pues contra ella se había realizado la insurrección. Por ello hubo que proponer varios candidatos para ocupar el trono, recayendo la elección final, tras una votación de Cortes, en Amadeo I, vinculado a la familia real italiana y biznieto del rey español Carlos III. Fue elegido por su carácter progresista y liberal. 

Monarcas que vienen y 'se van'Monarcas que vienen y 'se van' - Foto: arnau pascualAmadeo fue coronado el 2 de enero de 1871. Antes, el 30 de diciembre de 1870, moría el general Prim, unos de sus principales valedores, víctima de un atentado. No empezaban bien las cosas. 

Y es que España se encontraba en un periodo convulso y de gran inestabilidad.

Como otros monarcas, viajó por España para consolidar su imagen y ganarse el favor popular. Uno de sus destinos fue Palencia, cuyo Ayuntamiento estaba, en ese momento, en manos de los republicanos, ejerciendo la alcaldía Cirilo     Tejerina. 

Monarcas que vienen y 'se van'Monarcas que vienen y 'se van'A pesar de la condición republicana del Ayuntamiento palentino, Amadeo no se encontró con una ciudad ni unas autoridades hostiles. La diferencia, con respecto a las visitas de los monarcas anteriores, fue los gastos realizados, que se redujeron al mínimo, prescindiendo de los agasajos y el exceso de las anteriores. Pero la visita no fue ajena a la polémica. Según Donato González Andrés, Amadeo I prefirió la compañía del republicano Tejerina a la de otros prohombres palentinos. Incluso, Amadeo le hizo subir a su coche de caballos, durante el desplazamiento por la ciudad, lo que irritó al gobernador civil y a  otras autoridades, que se vieron desplazados ante el rey por un republicano que rechazaba la mo-  narquía.

El reinado de Amadeo no fue sencillo. Los gobiernos se sucedían unos a otros de manera efímera. El 18 de julio de 1872 el rey sufrió un atentado, poco después se inició la tercera guerra carlista y, al poco, se recrudeció la guerra en la colonia cubana. Demasiada violencia y agitación para Amadeo quien presentó su renuncia el 11 de febrero de 1873, con una carta dirigida a la Nación, en la que, entre otras cosas, nos dejaba esta frase: «Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles...». Una reflexión que quizás siga siendo de actualidad.

Amadeo regresó a Italia donde permaneció hasta su muerte el 18 de enero de 1890, a los 44 años, fruto de una neumonía. No regresó nunca más a España.

 

ALFONSO XIII

No piense el lector que nos hemos olvidado de Alfonso XII, pero es el único ajeno a toda esta historia. No obstante, prosigamos cronológicamente con la narración. 

Tras la marcha de Amadeo I, en España se proclamó la Iª República, que resultó tan caótica como la experiencia monárquica previa. 

Al final un golpe de estado puso fin a la experiencia de lo que se ha llamado Sexenio Revolucionario (1868-1874) y proclamó la vuelta de la monarquía en la persona de Alfonso XII que, a diferencia de sus predecesores y sucesores, regresó a España desde el exilio al que le había conducido su madre. 

No visitó la ciudad de Palencia y falleció ejerciendo su reinado en noviembre de 1885 con tan sólo 27 años. Es la excepción en esta historia, posiblemente fruto de su temprano fallecimiento.

Le sucedió su hijo Alfonso XIII, entonces un recién nacido, quien será proclamado rey el 17 de mayo de 1902 con tan sólo dieciséis años. Durante su reinado visitó en tres ocasiones la provincia de Palencia.

La primera fue el 13 de septiembre de 1903 en el acto de clausura de la Exposición Regional Agrícola, Industrial y Minera de Castilla La Vieja, celebrada en la capital palentina. De aquella visita, quien no guardó buen recuerdo fue el alcalde Genaro Martín Colombres, que se sintió muy molesto por el trato recibido durante la visita real, considerándose ninguneado. Por ello, tras la visita, presentó su dimisión, aunque la retiró dos días después.

La segunda visita fue con motivo de la inauguración del tren burra el 1 de julio de 1912. El monarca llegó a la una a la estación del Norte, donde fue recibido por las autoridades y bandas de música. Realizó a paseo el trayecto entre la Estación del Norte y la de los ferrocarriles secundarios. Dentro de ella esperaba un tren con su máquina adornada con flores y banderas de España y un sencillo arco levantado por la compañía del ferrocarril. En él realizó el viaje inaugural desde Palencia a Villalón y vuelta. 

Y la última fue el 4 de septiembre de 1930 para inaugurar el pantano de Camporredondo, partiendo desde Cervera y recorriendo las localidades hasta el pantano, en las que se detuvo para saludar a sus habitantes. No tuvo tiempo para más visitas. Su inicial injerencia en el gobierno y su aval a la dictadura de Primo de Rivera, fueron minando sus apoyos y su popularidad. La victoria republicana en las elecciones municipales del 14 de abril de 1931, provocaron su salida del país y la proclamación de la IIª República. No le fue mal, ya que poseía una abundante fortuna en cuentas suizas, por lo que vivió en Europa en los mejores hoteles de lujo y, posteriormente, en Roma, donde falleció el 28 de febrero de 1941. Unos días antes abdicó en favor del tercero de sus hijos varones, Juan.

JUAN CARLOS I

Prosigamos con el orden cronológico. La IIª República fue derrocada por un golpe de estado. Sus dirigentes se tuvieron que exiliar, entre ellos el expresidente Azaña quien también había visitado Palencia, pero esta historia es de monarcas. Derrocada la República pasamos a una larga dictadura de casi 40 años dirigida por Francisco Franco. Tras ella se restauró la monarquía en la persona de Juan Carlos I, hijo de Juan, heredero de la corona. Con Juan Carlos I se estableció el actual régimen parlamentario y la Constitución de 1978.

Juan Carlos I visitó cuatro veces Palencia. La primera aún como príncipe, en 1964, desplazándose a La Nava comprobando los frutos de su desecación. 

La segunda fue en 1978, siendo rey, en una serie de viajes tendentes a afianzar la monarquía y el régimen constitucional. En esa ocasión visitó las localidades de Cascón de la Nava, Paredes de Nava, Monzón de Campos, Palencia y Villamuriel de Cerrato. Regresó, por tercera vez, el 9 y 10 de octubre de 1997 para, entre otras cosas, inaugurar FASA Renault III. Su última visita fue en 1999 con motivo de la exposición de Las Edades del Hombre.

El 18 de junio de 2014 Juan Carlos I abdicó en su hijo Felipe VI. Desde hacía un tiempo habían empezado a ser públicas sus relaciones extramatrimoniales y posibles corrupciones económicas. En mayo de 2019 se retiró oficialmente de la vida pública, a la par que las informaciones sobre corrupción y fraudes a la Hacienda aumentaban. 

Finalmente, el 3 de agosto de 2020 se comunicaba el exilio del rey emérito, bajo la denominación de “salida del país”, justificada en la repercusión pública de sus considerados “acontecimientos privados”. Desde entonces y hasta la fecha de redacción de este artículo permanece en Emiratos Árabes Unidos.