El juzgado de primera instancia número 6 ha dictado una sentencia por la que permite a la Diócesis inscribir como propiedad a la iglesia de San Francisco, según confirmaron a Diario Palentino fuentes cercanas al proceso.
La Diócesis presentó una demanda por la que solicitó el registro oficial a su nombre la propiedad del templo, donde actualmente se inoculan las dosis de refuerzo para combatir el covid.
El procedimiento judicial, al que tuvo acceso en su momento Diario Palentino, estaba dirigido contra la Fraternidad de la Orden Franciscana Seglar y contra la formación de Izquierda Unida, tanto regional como provincial, incluido el propio coordinador regional Juan Gascón, «y frente a cuantas ignoradas personas creyeran tener algún derecho sobe la finca», subraya el texto legal, que está acompañado de abundante documentación histórica y jurisprudencial. La acción ejercida contra la Fraternidad de la Orden Franciscana Seglar se enmarca en el hecho de que, al parecer, la Fraternidad tenía una propiedad registrada oficialmente de unos 300 m2, que podría corresponder a la capilla que posee junto a dicha iglesia, registro que ya en 2015 supuestamente imposibilitó al obispado inscribir este templo a su nombre. Asimismo, la acción dirigida contra varios particulares y la coalición de izquierdas se circunscribía a que presentó alegaciones, supuestamente sin documentar a juicio del organismo religioso, al expediente de dominio presentado en el juzgado por la diócesis, cuyos intereses legales son ejercidos por el abogado palentino Trinidad Infante, para inmatricular dicha iglesia hace ahora poco más de dos años. Sin embargo, el juzgado no le ha impuesto costas a la formación política.
En abril de 2018 la entonces titular del juzgado de primera instancia número 6 frenó dicha inmatriculación al decidir archivar el procedimiento, ya que, a su entender, «existían dudas de la propiedad que se pretendía inmatricular, debiendo ser ésta declarada a través del juicio contradictorio pertinente», según reflejaba en el auto dictado. De esta forma, se cerró inicialmente la puerta al registro a través de un expediente de dominio y se derivó el caso a un «procedimiento declarativo» para dar oportunidad de personación, así como de contradicción a las partes en conflicto en este asunto.
Tal y como adelantó en su momento Diario Palentino, la diócesis inició este expediente de dominio en el que pretendía hacer valer a través de pruebas documentales del obispado para demostrar la titularidad de la iglesia de San Francisco. A ello se opuso Izquierda Unida, así como distintas personas a título particular, al presentar diversas alegaciones.
El obispado volvió a los tribunales de justicia para poder registrar la propiedad del inmueble religioso, pero a través de una demanda en firme, tal y como exigió en su momento la magistrada del juzgado número 6. En base a la documentación que se encuentra en esta instancia judicial se trata de un edificio destinado al culto católico, que consta de dos plantas y tiene una superficie ocupada de 2.492 m2 y una superficie construida de 3.608 m2.
El inmueble está compuesto de un templo y diversas dependencias, con un valor catastral cifrado por los servicios de la Delegación de Hacienda en 2019 en 1.088.978,77 euros.
Datos históricos. Según distintas publicaciones, la iglesia de San Francisco de Palencia, declarada en 1992 como Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional , se construyó en el siglo XIII en estilo gótico y con añadidos posteriores renacentistas y barrocos. Estuvo regentada por la Compañía de Jesús y el edificio perteneció al desaparecido convento de San Francisco, cenobio que fue sede de las Cortes de Castilla y residencia real.
Por estos y otros motivos, la iglesia es una de las reliquias de la Palencia medieval. En el conjunto destaca la galería porticada, el resto del antiguo patio y el artesonado mudéjar de la sacristía, según los expertos.
El convento fue fundado, según bula papal de Inocencio IV, por los años 1246-1247, teniendo como promotor al obispo palentino Tello Téllez de Meneses, que ostentó la diócesis entre 1208 y 1247. Hacia 1265 los franciscanos conventuales tomaron posesión del edificio. En 1496 los llamados franciscanos claustrales relevaron a sus hermanos conventuales.
Dos incendios en 1580 y 1659 destruyeron los archivos, que lo fueron de la ciudad, su biblioteca y gran parte de los edificios originales, que fueron reconstruidos en 1664. En 1620 se adosó a la iglesia la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, donde venera esta advocación mariana y tiene su sede la Cofradía homónima.
San Francisco experimentó importantes reformas y ampliaciones hasta el siglo XVIII. En su momento de máxima extensión, el vasto recinto conventual, que llegó a incluir cuatro grandes claustros, llegaba hasta la actual plaza de Abilio Calderón, el Teatro Principal y el también franciscano Monasterio de Santa Clara, es decir, abarcaba varias manzanas de casas hacia el sur y el oeste, sobre el polígono que hoy delimitan la calle Joaquín Costa, la calle Burgos y la avenida Casado de Alisal.
Por lo demás, en octubre de 2017 Izquierda Unida decidió presentar ante el juzgado número 6 una alegación a la solicitud de la diócesis de inmatriculación de la iglesia de San Francisco al opinar que podría considerarse como un bien público, según informaron en ese momento a este periódico fuentes de la coalición política.
La formación de izquierdas incluyó en su alegación otros aspectos que ya dio a conocer públicamente por el grupo de Ganemos en el Ayuntamiento, al que exigió que determinara su propiedad, al considerar que este templo y su espacio fueron objeto de la desamortización de Mendizábal en el primer tercio del siglo XIX.
Además, Izquierda Unida incluyó en su relato de alegaciones el dato de una placa colocada en esa zona por el Colegio de Arquitectos sobre una obra acometida que luego se cedió a la ciudad. A partir de ahora será el juzgado número 6 la entidad que deberá tomar una decisión en cuanto a la propiedad del recinto religioso.
El 16 de junio de 2018, el obispo, Manuel Herrero, presidió en la iglesia de San Francisco la misa de despedida a los jesuitas. A partir de aquella fecha, la Compañía de Jesús dejó oficialmente de regentar este templo. Los ocho religiosos que formaban parte de la comunidad dejaron de pertenecer al antiguo convento franciscano que venían regentando desde 1868, cuando fue cedido en régimen de usufructo. Los jesuitas llegaron a Palencia en 1559, y hasta la expulsión de la orden de España, en 1773, desarrollaron su apostolado desde su centro en la iglesia de la Compañía, en el centro de la capital. En 1868 regresaron para instalarse y desarrollar su actividad pastoral desde la iglesia de San Francisco, donde siguieron hasta la citada fecha del 16 de junio de 2018.
Junto a la labor explícitamente pastoral desarrollada desde el templo, fueron muchas las iniciativas que marcaron la presencia de la Compañía de Jesús en Palencia. Entre las iniciativas que jalonaron su historia destacaron la fundación del colegio San Francisco Javier, la revista El Promotor, el Secretariado de Misiones, las congregaciones Kostkas, Luises y la Asociación de Viudas, entre otras.