En un lugar de Castilla y León, de cuyo nombre no puedo olvidarme, todos los veranos niños y jóvenes llenan de vida las casas y cada una de sus calles. Tras un largo invierno en las ciudades, teniendo que trabajar y estudiar, cada vez son más familias y adolescentes las que están deseando regresar al pueblo para comenzar a escribir de nuevo un verano lleno de historias, junto a sus amigos y otros familiares, que con añoranza e ilusión recordarán y contarán más adelante. Hablo de Antigüedad, un municipio y villa situada en la comarca del Cerrato, provincia de Palencia. Y como todos los lugares, esta villa tiene sus encantos, los cuales la hacen única.
Nada más a la entrada nos encontramos con un avión. Sí, has leído bien, un avión y no uno cualquiera. Concretamente es un avión de combate, denominado McDonnell Douglas F-4 Phantom II, que fue cedido por el Ejército del Aire al Ayuntamiento de esta localidad en homenaje a dos pilotos nacidos en esta villa, los hermanos César y Augusto Martín Campos. Es un hecho inusual, pero es lo que lo hace tan popular y especial.
Asimismo, entre los monumentos y lugares de interés, aún puede verse junto al viejo camino de Tórtoles la llamada Cruz de la Muñeca. Hay varias versiones sobre su origen, por ello, la aquí brevemente relatada es una de ellas. Nos remontamos hasta el 24 de agosto de 1507. En aquel momento, la Corte con el féretro de Felipe el Hermoso caminaba por los campos, tomando el camino de Antigüedad y continuando por un páramo hasta llegar a Tórtoles. Durante el camino, según la leyenda, este cayó al suelo y fue entonces cuando la reina, Juana la Loca, decidió poner en su memoria una cruz en el lugar exacto de la caída.
Por otro lado, tras la rotura de la clavícula derecha que sufrió Lance Armstrong el 23 de marzo de 2009 debido a la caída que tuvo justo cuando pasaba por Antigüedad, por iniciativa de la Asociación Juvenil El Torreón se colocó una antigua bicicleta de carreras y una placa para recordar lo sucedido.
Otros lugares, como, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la ermita y fuente de Garón, la de Villella o la Fuente de los Serranos también son muy conocidos e importantes, porque con el paso del tiempo la tradición que va unida a ellos todavía perdura. Pero no todo permanece inalterable, en distintos ámbitos de nuestra vida surgen cambios.
CALIDAD DE VIDA
Por lo que respecta al nivel de vida y bienestar común, dejando a un lado lo tangible y lo relacionado con lo festivo, la lucha y el trabajo realizado por nuestros antepasados es esencial. Debemos agradecer a nuestros mayores todo el esfuerzo realizado, cuidándoles ahora como ellos lo hicieron.
Gracias a ellos disponemos de unos derechos, que hace no tantos años eran vistos como privilegios, y, sin embargo, hoy en día los vemos como algo ordinario. No valoramos tener salud, dinero y amor (supuestamente lo imprescindible en esta vida), por lo menos Manolo Escobar decía tener suerte al tener los tres. ¡Ah no! Quizá lo suyo eran amores.
El caso es que él se sentía agradecido por tenerlos, a nosotros se nos olvida. Se nos olvida la suerte que tenemos de vivir dignamente, de poder salir tranquilamente a la calle y encontrar un supermercado o dos a la vuelta de la esquina. Es más, en caso de tener algún accidente podemos ir a urgencias en tan solo unos minutos.
En cambio, cada vez son más los pueblos etiquetados como la España vaciada por su escasa población, en el caso de Antigüedad es de unos 363 habitantes a 5,86 por kilómetro cuadrado, que carecen de asistencia médica. A pesar de que nuestros abuelos hayan trabajado duramente toda su vida y sigan pagando los impuestos necesarios para que todos podamos tener unos servicios básicos a nuestra disposición, en vez de facilitarles el día a día se les está poniendo continuamente trabas en el camino.
Hay que tener en cuenta que llegada una edad el cuerpo está cansado y la persona se ve más limitada. Además, de las personas de la tercera edad que viven en los pueblos, muchas no disponen de un medio de transporte que las lleve al supermercado o al centro médico más cercano ni de familiares que las acompañen. A esto hay que añadirle también la falta de acceso a una buena cobertura telefónica.
Por lo tanto, si somos todos iguales ante la Constitución y somos una sociedad solidaria que ayuda a los más desfavorecidos, ¿por qué abandonar a nuestros mayores en la tierra donde han nacido?, ¿quitar los médicos es lo más acertado para acabar con la España vaciada?