La temporada 2019-20 tocó a su fin en la LEB Oro, dando paso también en esa ocasión, pese a la excepcionalidad de la situación de pasado, presente y quizás de futuro, a las habituales etapas que el Palencia Baloncesto se marca cada año por estas fechas como camino que conduce a la siguiente campaña.

De momento trabaja cerrando el atípico ejercicio anterior e iniciando los contactos con instituciones y patrocinador (y poco a poco lo hará con todos sus apoyos) de cara a elaborar un presupuesto adaptado en la medida de lo posible a un escenario todavía desconocido. Aún no se sabe cuándo comenzará la próxima liga, quién la jugará, si habrá público en las gradas al comienzo o habrá que esperar e incluso si la Federación Española de Baloncesto será sensible por una vez a un panorama económico que poco tiene que ver con lo ya vivido.

CUERPO TÉCNICO. En ese contexto, y antes de hablar de la plantilla, debe definirse el cuerpo técnico, donde no estarán Carles Marco (entrenará al Básquet Girona) ni su segundo, Alberto Blanco (dirigirá al Inter Bratislava).

Con todo ese trabajo por delante, la próxima semana la directiva (que como suele sucederle en estos casos ha recibido decenas de ofrecimientos de representantes desde que se anunció la marcha de Marco) se reunirá para definir el perfil definitivo del nuevo técnico.

Las opciones que se plantean son dos: por un lado, el entrenador más experimentado en la LEB Oro y que tenga un mayor conocimiento de la categoría a la hora de configurar la plantilla con el vicepresidente, Fernando Martínez Zulaica; y por el otro, un técnico más joven, de proyección, con ganas de darse a conocer en la categoría.

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