La degradación y el desprendimiento de materiales, así como el aumento de las grietas, la suciedad o la acumulación de basuras en el cerro, hicieron que en noviembre de 2014 el Cristo del Otero entrara en la Lista Roja del Patrimonio, una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra cuyo objetivo es dar a conocer y proteger el patrimonio cultural y natural que se encuentra abandonado y en peligro. Tan solo unos meses después, en febrero de 2015, el monumento abandonaba el listado gracias a una intervención que suponía la limpieza total del monumento, el sellado de fisuras y la recuperación de zonas en las que la escultura había perdido volumen.

Cinco años después, vecinos de la capital se han puesto en contacto con este periódico para alertar de la reapertura de algunas heridas en la base de este símbolo indiscutible de la ciudad de Palencia, más concretamente en el edificio que alberga el Centro de Interpretación de Victorio Macho y la ermita del Cristo. La grieta más vistosa es la que se encuentra en el costado derecho del inmueble, pero también hay otras que ya fueron selladas en su momento y que están volviendo a aflorar.

Tal y como explica la concejala de Cultura, Laura Lombraña, fue la guía del museo la que dio parte de una situación que ya está en manos del servicio de Obras y que, en principio, no reviste gravedad. «Sin embargo, se ha decidido realizar un estudio para ver si la fisura se sigue abriendo. Para ello, se ha sellado la grieta y se han colocado unos testigos que servirán para observar el comportamiento de la misma las próximas fechas», explicaba hace unos días el concejal de Obras, Facundo Pelayo.

Las heridas del Cristo a estudio - Foto: Óscar Navarro

En los últimas jornadas también se han llevado a cabo diferentes reparaciones en el interior del Centro de Interpretación, que sufría pequeños desperfectos como rodapiés desencajados, puertas que no ensamblaban bien en su marco y alguna que otra grieta.
En cuanto al origen de estas «heridas» que han llamado la atención de quienes visitan con asiduidad la zona del Cristo, Pelayo considera «poco probable» que esté en el propio peso de la escultura. El concejal de Obras se decanta más por la posibilidad de que se haya producido algún «movimiento brusco» del pequeño monte sobre el que se erige. 

En cualquier caso, los detalles sobre este asunto se conocerán a través del estudio que acaba de iniciar el Consistorio y «del que el arquitecto dará parte mañana mismo al resto de grupos políticos en la correspondiente comisión informativa», según aseguró recientemente Facundo Pelayo a Diario Palentino. 

Las heridas del Cristo a estudio - Foto: Óscar Navarro

ÚLTIMA INTERVENCIÓN. Respecto a la última intervención que se llevó a cabo en el Cristo del Otero, el Ayuntamiento destinó en 2015 un total de 60.380 euros a la conservación y restauración del monumento al Sagrado Corazón de Jesús. En aquel momento, la escultura sometida durante 84 años a las inclemencias meteorológicas, no presentaba ningún deterioro grave que amenazara su seguridad, pero sí pequeños daños ocasionados por la caída de rayos en alguna zona muy concreta, el desprendimiento de algún fragmento de azulejos o la  erosión en algunas de las extremidades de la figura.

Aquellas obras, que se centraron en la estatua, también sirvieron para sellar las fisuras y microfisuras y favorecer la protección del hormigón evitando, así, las vías de penetración de agua, empleando para ello morteros diseñados específicamente para integrar textura y color con cada una de las superficies con el fin de igualar las nuevas reintegraciones con las originales. Además, se consolidaron las superficies del Cristo y se instaló un nuevo pararrayos.