Los materiales de construcción se encarecen un 30%

Ismael Martín
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El sector cree «excesivos» los impuestos y advierte de que la inflación hace que los márgenes de beneficio sean «prácticamente nulos» y provoca cierres

Los materiales de construcción se encarecen un 30% - Foto: Óscar Navarro

«El sector de la construcción está ahora mismo en un momento de luces y sombras». Así es como refleja la situación actual Miguel Alonso Pérez, presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción e Industrias Afines de Palencia (Aecopa), quien explica que la reforma de las viviendas, que estaba en auge, ha estado funcionando bien, mientras que la obra nueva se ha parado bastante más. Las causas las explica a partir del aumento de los costes de los materiales en medio de una situación marcada por la inflación. «El incremento del coste ha encarecido casi un 30% las obras en su conjunto y ha complicado llevar a cabo muchas que ya estaban apalabradas. Ese porcentaje tan alto no es un margen de beneficio que tenga nadie ahora mismo en el sector de la construcción; conseguir una rentabilidad del 8% al ejecutar una obra es ser un fenómeno», asegura Miguel Alonso.

La situación a la que se enfrenta el sector viene marcada, como señala Alonso, por la mano de obra, que ha subido en un 15%, y las cotizaciones a la Seguridad Social, que van a subir una media de 900 euros por trabajador para el próximo año y los impuestos. «Las políticas que se toman no van acordes a lo que pensamos los empresarios. La subida de impuestos nos afecta mucho a la hora de acceder a las obras porque no nos permite colocar nuestros productos en el mercado al precio que deberíamos cobrarlo, por lo que los márgenes empresariales se han reducido prácticamente a cero», subraya Alonso. En consecuencia, se están produciendo despidos y hay empresas que están cerrando sus puertas. «En España ya ha habido 9.000 empresas que han cerrado en el sector de la construcción. Muchos de ellos son autónomos y pequeñas empresas, y hay casi 800 en concurso de acreedores», expone. A nivel provincial, «ha habido cierres de autónomos o pequeñas empresas que han despedido a los trabajadores y se han quedado solo los dueños. En el caso de las empresas grandes no han cerrado, pero es que quedaron muy pocas con la anterior crisis de 2008», añade.

A los «salvajes impuestos», se suma la dificultad a la hora de afrontar las obras que es mayor a raíz de la guerra de Ucrania-Rusia, si bien Alonso no achaca la situación solo al conflicto bélico. «Con el problema del covid se han parado muchas empresas y ahora mismo no hay ninguna que trabaje con stock. Esto se ha juntado con los ERTE, además de que se han empezado a regular los precios, ha llegado el escenario de inflación y la guerra ruso-ucraniana, que ha provocado una falta de suministros como en el caso del acero que ha venido dada porque ha habido un parón en la siderometalurgia ucraniana. Ha sido un cúmulo de malas situaciones para el sector», expone.

La inapelable subida de las materias primas es uno de los principales factores que afectan a las construcciones de obra nueva. «Hay materias primas como el acero que llegó a estar un 200% más caro que en 2021 y se ha quedado en un 80% de subida, el aluminio se situó en un 142% y la madera se encareció un 180%. El cemento también ha tenido una subida bastante significativa, aunque inferior a la de los ladrillos y la ceramica que se encarecieron entre un 100 y un 200%. Una termoarcilla costaba 0,65 y ahora cuesta 2,35 euros. Y eso ha sido provocado por la subida del gas debido al problema con Rusia. Además, los derivados del petróleo han subido una media de un 30 o un 40% respecto al año anterior, a lo que se une el coste de la energía. Antes pagaba unos 7.000 euros y ahora unos 10.000, un 40% más», reconoce Alonso. 

Obra pública. Una de las consecuencias directas se observa en el elevado número de licencias de obras públicas desiertas. A  las empresas no les resulta rentable ejecutar los proyectos a los tipos licitados, que no toman en consideración los incrementos de precios. A nivel nacional, Alonso resalta que hay nueve mil millones de euros paralizados por el aumento de costes de la materia prima. «Es una pandemia general porque no se adecúan a la situación del mercado». En relación a Palencia, la situación no es tan grave pero, como asegura Alonso, hay que tener en cuenta que apenas hay ahora mismo obra pública más allá de la construcción del nuevo hospital y lo de la reforma de Jardinillos. Respecto a la cuestión de la construcción del centro sanitario, «pese a que han aumentado el presupuesto inicial para el hospital más de 15 millones, estoy convencido de que no se va a presentar nadie porque les faltan otros quince millones», aclara Alonso. 

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha sacado varios decretos de revisión de los precios que no han sido efectivos. «Dicen que van a sacar otra, pero como no se ajuste un poco a la realidad del mercado seguirá habiendo un montón de obras paradas y sin que haya gente que pueda ir a las licitaciones porque no se van a poder ejecutar en los precios previstos», confiesa.

Desde Aecopa esperan que las políticas reviertan un poco la situación, se arregle el tema de Ucrania, comience a regularse el sector y empiece a haber un poco de estabilidad. «Con tanta incertidumbre no sabemos a qué acogernos. Nuestro ánimo es seguir adelante, seguir sacando obra y vivienda, porque hace falta como a cualquier empresario. Pero, a la hora de la verdad, la incertidumbre y la inestabilidad política nos están matando, que es lo que estropea cualquier economía. En este contexto tan incierto el que tiene dinero no lo va a invertir, no se va a arriesgar, y el que tiene poco tampoco», admite Miguel Alonso.