Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Va por vosotros, periodistas

09/05/2024

La vuestra, amigos periodistas de todo el mundo, es una profesión arriesgada, vocacional, de valientes. Añadiría más palabras. Siempre faltaría alguna que definiese hondamente lo que sois, representáis y hacéis en favor de la verdad, de quienes sí estamos en contra del dolor y la violencia de todas las guerras. Esa verdad que nos hacéis llegar contrastada y clara. La realidad ha de ser conocida o nos convertiremos en borregos, sí, borregos que degenerarían en rebaño en calma, dirigido con un silbido o una piedrezuela para asustar. Pensemos, mientras nos dejen, porque el poder de la mentira carga sus pilas y se convierte en viento huracanado que empuja con fuerza, para consolidar un rebaño útil, de creyentes fieles, dóciles, pues no piensan y aceptan lo que otros lanzan al aire, eso sí, con pedagogía bien buscada, para hacer digeribles sus ideas porque son repetidas, una y otra vez, hasta la saciedad y no resulta difícil sino muy fácil dejarse embaucar e, incluso, convertirse en defensor acérrimo de lo indefendible: los bulos que circulan a más velocidad que la luz y -por la facilidad que tienen o se les permite- llegan hasta el lugar más lejano.
Al pan, pan, y al vino, vino. Digo bulos sin necesidad de usar dos palabras, escribirlas en cursiva o entrecomilladas. Bulos. Nos entendemos. Nunca fui oveja que se alimenta de pastos dados por la mano de algún mesías de amplia sonrisa y gesto cariñoso, de lobo campechano. La poca o mucha libertad debe ser buscada. No llega gratis. También desde mi columna felicito a los estudiantes que se han declarado enemigos de esa guerra cruel, genocidio, no reconocido por muchos que se sienten buenísimos y pasan de una realidad que mata a civiles, niños y personas de toda edad, engañados para que acudan a recoger comida, o a buscar techo en un hospital o en una cola de evacuación y ¡qué casualidad!, en esos momentos se ataca con acierto matando a muchos. 
Tristemente, la cizaña de la que habla el Evangelio crece en el campo del ser humano… Pero ¿cerramos los ojos? ¿Tapamos  nuestros oídos?  Vale para NO PENSAR. Complicarse la vida ¿es útil? ¿Lo es luchar contra lo que otros aceptan como insuperable? Escucho la radio. La cifra de muertos indiscriminados se hace mayor cada día.