Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Redescubrir el flan

08/05/2024

Me alegra ver cómo va recuperando protagonismo y prestigio el flan en las cartas de postres de restaurantes importantes. Se puede decir que nunca lo ha perdido, pero la verdad es que ha seguido muy asociado al menú del día, a lo más económico, al flan hecho de preparado (flan de sobre) y no a buscar la excelencia de unas materias primas de primera calidad, con los mejores huevos, leche o vainilla.
Y la verdad es que es una sensación maravillosa disfrutar de un flan extraordinario, no sólo por lo delicioso, también por los recuerdos felices de infancia que nos trae a los que ya vamos teniendo una edad…
Porque no tiene nada que ver ese flan comprado en los lineales de los yogures con el auténtico delicatessen que puede llegar a ser. Y ojalá el flan vaya llegando a ser tendencia y desbanque a la tarta de queso del olimpo de los postres de moda; con la tarta de queso, como con casi todo, nos hemos pasado de vueltas y, pudiendo ser siempre una delicia, en muchas ocasiones puede llegar a decepcionarnos.
No veo muy lejos en el tiempo un campeonato nacional de flanes, llevo un par de años convencido de que llegará pronto. En cuanto un proveedor se decida a patrocinar la idea, siempre habrá una feria, congreso, evento, fiesta popular… que estará encantada de acogerlo y organizarlo. Igual el amigo Javi Sanse se lanza a por ello en Palencia…
En estos momentos mientras escribo me está entrando el antojo, así que me da que este fin de semana intentaré hacer un gran flan en casa. De momento, quiero regodearme en el recuerdo de mis flanes preferidos, esos en que la textura, cremosa, densa, pero frágil, se funde en la boca a medida que aplastamos el bocado con la lengua, y su sabor y aromas invaden de placer nuestro paladar. Esos que vienen bailando en el plato, que parecen estar alegres de llegar al comensal y provocan que les devolvamos la sonrisa antes de empezar a romperlos con la cuchara.
Y los que ahora mismo me vienen a la mente como sobresalientes en mi ranking particular, son los de los restaurantes madrileños Lakasa y Asturianos, El Almírez de El Barco de Ávila, el guipuzcoano Bailara en el precioso Hotel Palacio Iriarte, y los palentinos La Cueva de Alar del Rey y Mesón del Cerrato en Tariego de Cerrato.