Torquemada sabe a pan y quesillo

Rubén Abad
-

El Consistorio reparte 2.000 bolsas en la ermita de Valdesalce. La celebración tiene origen agrario

Torquemada sabe a pan y quesillo

Los vecinos de Torquemada buscan la protección en la Virgen de Valcesalce para sus quehaceres cotidianos y cada visita a su santuario se vive con especial intensidad y con las emociones a flor de piel. Y es que los cerrateños se sienten protegidos por la patrona, a la que tienen muy presente durante todo el año, especialmente en las fechas más señaladas y significativas.

Ayer fue uno de esos días de visita obligada hasta este paraje en el que las emociones brotan y los recuerdos se amontonan. ¿El motivo?La romería de San Marcos, punto de encuentro de cientos de vecinos de la comarca, otros puntos de la provincia de Palencia y también de territorios limítrofes dispuestos a mantener viva una de las tradiciones más arraigadas de este rincón del Cerrato.

La misa en el interior de una abarrotada ermita dio el punto de partida a las actividades programadas para la jornada, cuyo momento cumbre llegó con el reparto del pan y el quesillo. En total, 2.000 raciones que volaron en pocos minutos fruto de una enorme cola y una gran organización que agilizó la distribución, amenizada por la música de los Dulzaineros Hermanos Blanco.

«Es una de las fiestas más esperadas del año junto a la romería de San Mateo, el 21 de septiembre», afirmó el alcalde, Jorge Martínez, a quien arroparon otras autoridades provinciales tales como el delegado de la Junta, José Antonio Rubio, o el diputado Eduardo Tejio.

Una actuación de magia y  humor a cargo del Mago Nano Arranz puso al broche a la jornada. La programación continuará el sábado (19,30 horas en El Silo) con El Mentiroso (MDM Producciones), en el marco de la programación de Circuitos Escénicos de la Junta.

entrega de viandas. El origen de la fiesta hay que buscarlo en el vínculo pasado (y presente) con la agricultura, pues tenía como objetivo pedir lluvias abundantes durante el mes de mayo. Sin embargo, su transcendencia fue aumentando llegando romeros y devotos de Valdesalce en busca de sus favores. 

Algunos de estos llegaban desde tierras muy lejanas, por lo que se institucionalizó la entrega de algunas viandas que les permitiesen recuperar fuerzas, naciendo así la costumbre de repartir pan y queso entre los romeros.